
El presidente de Francia, François Hollande, ha trasladado su «gratitud» al Papa Francisco por el apoyo mostrado tras el atentado perpetrado el mes pasado en una iglesia católica de Normandía, que se saldó con la muerte de un sacerdote.
Por este motivo el mandatario galo ha prometido al pontífice que hará «todo lo posible» para proteger los lugares de culto en su país. Hollande ha afirmado que el mensaje de «dolor» por esta «absurda violencia» que transmitió Francisco sirvió para reforzar la libertad de culto y la unidad de Francia. «Me hizo saber que se sentía como un hermano junto al pueblo francés», ha confesado.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraHollande ha visitado este miércoles el Vaticano, la segunda vez en dos años, comenzando con una parada de unos diez minutos en la capilla de San Luigi dei Francesi, del siglo XVI, frecuentada por la comunidad gala en Roma.
«Quiero trasladarle un mensaje de gratitud», ha dicho Hollande a la salida de esta pequeña iglesia en declaraciones a los medios de comunicación. El presidente francés ha recordado las «palabras de consuelo» pronunciadas por el Papa tras el atentado.
La persecución a los cristianos y la crisis de refugiados
El pasado 26 de julio dos jovenes musulmanes que habían jurado lealtad al Estado Islámico irrumpieron en una iglesia católica de Saint-Etienne-du-Rouvray, en Normandía, y mataron al párroco, Jacques Hamel, de 85 años, antes de ser abatidos por la Policía.
Al margen de esta cuestión, Hollande ha avanzado su intención de abordar con el Papa otros asuntos de índole internacional, como la situación de los cristianos en los conflictos armados en Oriente Próximo y la crisis de refugiados.
La reunión entre Hollande y el Papa ha arrancado en torno a las 16.45 en el estudio privado de Francisco, en el Aula Pablo VI del Vaticano y se ha prolongado 40 minutos, según ha informado el director de la Sala de prensa de la Santa Sede, Greg Burke.
Hollande ha obsequiado al Pontífice con una porcelana de Sèvres que llevaba grabado el escudo de Francia, mientras que el Papa le ha regalado una escultura de bronce, obra de la artista italiana Daniela Fusco, que pretende reflejar la profecía de Isaías. Francisco también le ha entregado un ejemplar de la encíclica Laudato Si y otros de las exhortaciones apostólicas Amoris laetitia y Evangelii gaudium.