
Saltó a la fama el año pasado utilizando a la religión católica como trampolín, y dado el éxito que le dio este año ha vuelto a hacerlo. Se trata de la Drag Sethlas, quien ganó en 2017 el concurso Drag Queen de Las Palmas disfrazada de la Virgen María y después de Jesucristo.
Para este año, cuando debía hacer otra actuación cediendo el testigo al vencedor de la edición actual, ha decidido reincidir en la temática y ha escenificado La última cena con el resto de concursante como discípulos de Jesús.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraSu polémica actuación ya fue denunciada por la Asociación Abogados Cristianos en base a un delito contra de ofensa contra los sentimientos religiosos, pero parece que más que importunarle, la polémica catapultó a esta Drag -de nombre Borja Casillas- y este año ha repetido la campaña, entre otras razones porque las querellas fueron archivadas.
Abogados Cristianos: «Seguiremos la gala Drag de esta noche, no vaya a ser que ‘La última cena’ sea ‘La penúltima querella’ a Drag Sethlas»
Por eso mismo Abogados Cristianos advirtió que pondría una nueva querella contra Sethlas si insistía en su línea. «Seguiremos la gala Drag de esta noche, no vaya a ser que ‘La última cena’ sea ‘La penúltima querella’ a Drag Sethlas», han asegurado en Twitter.
Y tras la gala advirtieron que no todos son iguales antes la ley pues parece que ahora se basa en la identidad de género.
La libertad de expresión tiene un límite. Por qué no dejaron actuar a una murga en Tenerife por tener contenido homófobo? O los derechos son sólo para algunos? #DragQueenLPGC
— Abogados Cristianosﻦ (@AbogadosCrist) 12 de febrero de 2018
Profesor de religión
Resulta curioso que tras el escándalo que se desató el año pasado por su actuación, la Drag asegurase un día después durante una entrevista en Onda Cero, que se estaba preparando para dar clases de Religión en colegios concertados y privados por lo que está cursando una adaptación denominada Declaración Eclesiástica de Competencia Académica (DECA).
Además, llama la atención que enmarque sus actuaciones en la libertad de expresión y no en la ofensa y este año halla terminado su número con el comentario «quien esté libre de pecado que tire la primera pierda».