El cardenal Ezzati durante la misa de reparación

Miles de fieles abarrotaron la iglesia de la Gratitud Nacional de la capital chilena para participar en la Misa de Desagravio oficiada por arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, tras la profanación del templo el pasado jueves 9 de junio, cuando asaltaron encapuchados el templo y arrojaron a la calle la imagen del Cristo crucificado, que destrozaron a golpes públicamente.

“Se ha destrozado una imagen de Cristo Crucificado. Nos duele inmensamente por el significado que este encierra”, expresaba en su homilía el cardenal Ezzati, lamentando que el anhelo honesto de algunos jovenes terminara en el atropello de otros derechos, consagrados por la democracia en Chile.

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Un mensaje que acompañaba del llamamiento  al perdón, invocando “la súplica de Jesús en la Cruz, cuando dijo: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. “Nada se construye con la enemistad, con las pasiones irracionales que sólo alimentan división y violencia”,  concluía Monseñor.

Vigilia reparadora y mensajes de perdón

Seguidamente el padre Provincial de los Salesianos en Chile, Alberto Lorenzelli, agradeciendo “los numerosos signos de solidaridad y de unión fraterna” llegados de todo el mundo, dio lectura al mensaje enviado por el nuncio apostólico, Ivo Scapolo.

“En este espacio consagrado se vive la fe, y se experimenta vivo el deseo de un pueblo que quiere siempre la paz y la esperanza para una patria, un alma más justa y solidaria. Seamos entonces un signo de la paz y del diálogo, del entendimiento, una expresión especialmente del perdón”,  señalaba el escrito del representante de la Santa Sede.

Al concluir la Eucaristía, los fieles se congregaron frente a la puerta violentada, donde realizaron una vigilia de oración con plegarias y cantos.

El Sindicato de manifestantes se desmarca

Tras visitar el templo profanado, el ministro del Interior, Mario Fernández, censuró el ataque y comprometió medidas legales, no sin exculpar a  los manifestantes: “Haría la distinción de que el derecho a manifestarse y expresar en paz las ideas es diferente de los actos vandálicos. Separemos una cosa de la otra». “Son de delincuentes que se mezclan en las manifestaciones”, añadía.

También el portavoz del sindicato estudiantil Cones, José Corona, rechazó el ataque, del que responsabilizó a “elementos ajenos que utilizan las marchas para cometer desmanes”·.

Sin embargo, muchos no lo tienen claro. Entre ellos, el padre Galvarino Jofré, director de colegio Salesianos Alameda contiguo al templo. «Son los que autorizan las manifestaciones con marchas que terminan permanente en el mismo sector, sabiendo que hay un colegio que a esta hora funciona de manera normal, y que hay una iglesia parroquial», afirma.

El sacerdote recuerda además que no se trata del primer atentado que ha sufrido la iglesia de la Gratitud –hace dos años, también durante una jornada de marcha, quemaron la puerta principal del templo-, pero sí “el más grave”.

Los ciudadanos urgen responsabilidades, vía CitizenGO

Para que el nuevo ataque al templo no vuelva a quedar impune y en defensa de la libertad religiosa, miles de ciudadanos han firmado ya la nueva campaña de CitizenGO, urgiendo la actuación responsable del Ministerio del Interior.

“¿No es sospechoso que estos actos sólo se produzcan durante las marchas de los estudiantes?, ¿Verdad que no ocurren durante la celebración del Corpus Christi?”, plantea el mensaje de los ciudadanos al ministro a través de la citada plataforma cívica.

“La responsabilidad de Interior es garantizar que las marchas se realizan de modo pacífico. Y si tienen sospechas de infiltración de delincuentes en el movimiento estudiantil deben de monitorearles, obtener información y bloquearles”, demandan.

Perpetrada ya la profanación “cumpla su obligación: persiga y encuentre a los culpables, los siente delante del juez y que reciban la correspondiente sanción por sus actos”, concluyen urgiendo al ministro.

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