
El «efecto Carmena» en la celebración de las fiestas Navideñas de Madrid tiene sus pros y sus contras. Los contras, de sobra conocidos, radican entre otros en la desnaturalización de la Cabalgata de Reyes a través de ocurrencias más o menos graves que van desde la estética hasta la incorporación de dragqueens y carrozas «inclusivas» que excluyen el sentido cristiano de la fiesta.
Visto lo cual, algunas parroquias han empezado a promover sus eventos con sentido plenamente cristiano, porque «la gente está cansada de las cabalgatas en las que salen todo tipo de personajes» con «estilo carnaval».
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraAsí lo explica en Alfa y Omega a José Calderero el párroco Pedro Ignacio Pérez Lozano, que por segundo año consecutivo se ha puesto al frente de una cabalgata en la que, de forma sencilla, se hacen presentes los Reyes Magos que vienen a adorar al Niño Jesús.
«Explicarán que vienen a adorar a Dios convertido en un pequeño niño, a adorar al verdadero regalo de Navidad y a él le ofrecerán el oro, el incienso y la mirra», detalla el padre Pérez
Ojo, que no llegan solos. Desde Oriente vienen acompañados de 40 bereberes que escoltan a sus majestades con un llamativo desfile de antorchas que llega desde un parque cercano hasta el templo madrileño dedicado a Santa María del Pinar.
Por el camino, se recreará el encuentro de los tres sabios de Oriente con el Rey Herodes, tras el cual un matrimonio dará la bienvenida a Sus Majestades en la parroquia; éstos se dirigirán a los fieles congregados (muy en especial a los niños) y «revelarán la importancia de su visita» para, a continuación, invitar a todos a adorar al Niño.
«Explicarán que vienen a adorar a Dios convertido en un pequeño niño, a adorar al verdadero regalo de Navidad y a él le ofrecerán el oro, el incienso y la mirra», detalla el padre Pérez.
Por supuesto, los Reyes Magos reciben a los niños y le ofrecen un obsequio adelantado en forma de chucherías.
En definitiva, se trata de «hacer algo netamente cristiano» al tiempo que se ayuda «a los niños y a los padres a que entiendan realmente lo que pasó, a que comprendan que unos magos de Oriente fueron a Belén a adorar a Jesús».
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