¿Recuerdas aquel juego? Si fueras una fruta, ¿cuál serías? Hay muchas variantes.
Si la presentadora del Telediario fuera una momia, ¿a qué dinastía pertenecería?
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraSi el ministro Illa y Fernando Simón fueran un cuadro, ¿en qué pintura negra de Goya aparecerían?
Yo siento particular interés por esta otra modalidad: si el votante español fuera un animal, ¿a qué especie pertenecería?
Mitläufer
Su padre, alemán. Su madre, francesa. Sus abuelos, buena gente que coincidió en el tiempo con los nazis en Alemania y Francia.
No eran judíos. Eran buenas gentes burguesas, preocupadas por la familia, y la cesta de la compra, y los estudios de los hijos, en fin, las buenas cosas de las buenas familias burguesas.
¿Y qué hicieron? ¿Colaboraron con los nazis? ¿O resistieron?
Una de mis lecturas veraniegas más sustanciosas fue el libro de Géraldine Schwarz Los amnésicos. Historia de una familia europea, un magnífico reportaje histórico biográfico que cuenta lo que hicieron sus abuelos y sus padres mientras en Alemania, en Francia y en muchos rincones de Europa triunfaban los nazis.
Aprendí con este libro el significado de la palabra alemana “mitläufer”:
Es quien, por ofuscación, por indiferencia, por apatía, por conformismo o por oportunismo, se convierte en cómplice de prácticas e ideas criminales. (“La indiferencia está en el origen de los peores crímenes contra la humanidad”)
El votante español, ese que según Michavila vota cada vez más al PSOE, es el ejemplo más acabado de mitläufer nativo contemporáneo. O eso o algo peor que no escribiré ahora porque mañana es el Día de la Raza y no quiero deteriorarla.
Hablaba hace unos días Luis Herrero de los cuatro jinetes del Apocalipsis y citaba sus nombres:
Pandemia, recesión, autodeterminación y república: Sánchez cabalga los cuatro caballos del Apocalipsis. (Los cuatro caballos del apocalipsis)
Olvida Luis Herrero al ángel exterminador: un progre con una papeleta de voto en la mano. Un mitläufer que cree que votar PSOE es entrar en el paraíso de las tropecientas huríes en pelotas.
Huríes. ¿Te has fijado que el sexo es el elemento que une al socialismo español con el islam?
Los unos prometen barra libre para todas las edades y con todos los parejos, parejas y astracanadas que a uno se le antojen, sin la menor responsabilidad y con licencia para matar y así no complicarse la vida con criaturas.
Y los otros, pues lo mismo, sexo a la carta:
El Santo Profeta (Muhammad) dijo: Al creyente le será dada una tremenda potencia en el Paraíso para hacer el coito. Esto fue cuestionado: Oh, Profeta de Alá, puede hacer él (Alá) esto. Él (Muhammad) dijo: Alá le dará la potencia de cien personas.” (Mishkat al-Masabih 4: 42:24, Sunan al-Tirmidhi 2536)
Muhammad dijo: “La mínima recompensa para la gente en el Paraíso es 86.000 sirvientes y 72 huríes”. ( Al-Tirmidhi 2562, 2687)
Y en todas las aceras:
Y circularán entre ellos criados jóvenes de eterna juventud. Viéndoles, se les creería perlas desparramadas. (Corán 76: 19)
Perdona, me voy por las ramas. Esto iba de votantes extraviados. Aquí te dejo unas cuantas “suras” ilustradas patrocinadas por el progresismo patrio.
La primera es de la presidenta de Nuevas Generaciones en Cataluña. En su perfil de Twitter se define como “Catalana de España; española de Cataluña”. Y con tal motivo, el votante socialista propicia con su papeleta la amenaza de muerte:
Más perlas progres debidas a la papeleta del votante socialista. Gobierno de España. Ministerio de Igualdad. Dirección General de Diversidad Sexual y Derechos LGTBI:
Personas no binarias. ¿Que no beben vino? ¿Será “no vinarias”? (El sumidero progre nunca se ha preocupado demasiado de la ortografía, que le parece demasiado «heteropatriarcal».)
También tenemos una cosa denominada “ExteriorEsDiverso”. De otro ministerio, pero del mismo votante.
Se trata de la “Plataforma formada por el personal y las familias LGTBI del servicio exterior de España.”
Los “alegres” muchachos y muchachas de las embajadas, promoviendo la marca España.
Traducción del tuit: al votante socialista le gusta que solo ayudemos a los países empobrecidos cuyos habitantes no son hombres y mujeres sino vinaries con b o con v.
Y cuando quieran cambiarse el sexo, ahí está la madre patria bisturí en mano.
Viva el día de la raza fluflú.
Qué cosa tan sana. Y usted ahí, tan ultrafacha, con lo fácil que es cambiar la realidad. El profe, la uni.
Pero no se preocupe que por 150 euros le pongo pareja a estrenar, como si fuera usted moro en el paraíso. ¡Al alcance de todos!
Y mientras espera los trámites, un santiamén, lo que tardas en pedir un café con leche de los de antes de la pandemia, llevas a los críos a comprar un juguete de esos, ya sabes, que cuanto antes empiecen, mejor.
¡Puerta con puerta, oiga! ¡Más fácil no se lo puedo poner!
Más. La lengua es otra insigne pulsión del votante socialista en espera de las 72 que le han de tocar.
Entiéndeme, la lengua en el sentido más noble de la palabra. No el órgano sino lo que vienen a ser las palabras.
A ver, si los catalanes y los vascos y los gallegos dicen que tienen una lengua propia, ¿por qué no la vamos a tener todos los demás?
La lengua, como los barrios confinados, una por distrito como mínimo. Y mejor, una por manzana.
- Aragonés.
- Leonés.
- Bable.
- Andaluz.
- Canario.
- Extremeño.
- Murciano.
- Aranés.
- Cántabro.
Lo dejo aquí porque la lista es interminable y te prometí hoy brevedad.
Si el votante español fuera un animal, me temo que no pasaría de la categoría de mascota.
De las que se encierran en una jaula.
¡Feliz día de la Fiesta Nacional de España, feliz día de la Hispanidad, a pesar del pelma con la papela del PSOE!