Desde la cuenta de Twitter de la Embajada de China en Estados Unidos se publicó el siguiente Tweet:
“El estudio muestra que en el proceso de erradicación del extremismo, se emanciparon las mentes de las mujeres uygur en Xinjiang y se promovió la igualdad de género y la salud reproductiva, haciendo que dejaran de ser máquinas de hacer bebés. Son más seguras de sí mismas e independientes».
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Los datos provienen de un estudio hecho por el Centro de Investigaciones para el Desarrollo de Xinjiang, en el que aseguran que la tasa de natalidad de la población en dicha región ha decrecido un 60% entre 2017 y 2019 porque las mujeres han solicitado “espontáneamente” que les coloquen un DIU o ligadura de trompas y porque el gobierno ha mejorado la educación en la zona.
Como siempre, la versión oficial del gobierno y los medios estatales del Partido Comunista Chino distan bastante de la realidad, ya que investigaciones de Associated Press, académicos de Harvard, CNN y The Guardian aseguran que este descenso en la población se deben a control de embarazos por parte del las autoridades, procesos de esterilización y abortos forzados einternamiento en campos de trabajo y reeducación.
El Tweet duró poco tiempo, fue eliminado por la propia plataforma. Posteriormente la misma cuenta decidió cambiar el enfoque de su mensaje:
“El estudio muestra que el cambio de población en la Región Autónoma de Xinjiang Uygur, en el noroeste de China, implica la mejora general de la calidad de la población. Un número cada vez mayor de jóvenes optó por dedicar más tiempo y energía al desarrollo personal».
A raíz de esta polémica hay un grupo de parlamentarios británicos y activistas pro derechos humanos que exigen a la plataforma que cancele la cuenta de Twitter de dicha embajada y la de otros diplomáticos denominados “Guerreros Lobo” que difunden discurso de odio, discriminan públicamente a minorías, incitan al odio y difunden información falsa.
¿Entonces qué pasa? ¿Sólo se penaliza cómo se cuentan las cosas, pero no la verdad detrás de ellas? Como ahora publicaron, dicen que el motivo es que «dedican más tiempo al desarrollo personal», nos olvidamos de los campos de trabajo de reeducación y los abortos forzados. Las cifras de la erradicación de la población uygur hablan por si mismas.
¿Sería capaz Twitter de oponerse realmente al gigante asiático y aseverar que su discurso incita al odio, va contra los derechos humanos y difunde fake news? ¿Contaría con apoyo suficiente en el mundo para enfrentarse?
Las cuentas de Twitter del Gobierno Chino permanecerán abiertas, aunque de cada diez tuiteos quizás uno o dos sean verdad. Véase la doble vara de medir.
