Dos mujeres de la ciudad siria de Raqa, convertida en el bastión del Estado Islámico, han grabado con cámaras ocultas cómo es la vida en la proclamada ‘capital’ de este grupo terrorista. El video ha sido publicado por la televisión Expressen TV, filial sueca de la CNN.

 

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Las mujeres identificadas como Om Omran y Om Mohammad y que vivían en la ciudad antes de que fuese conquistada por el IS, aparecen cubiertas con velos y muestran el drama que viven diariamente aquellos que padecen la estricta aplicación de la Sharia –o ley islámica-.

Entre otras cosas, las imágenes exhiben la falta de derechos de las mujeres, a las que no se las permite enseñar la cara. Ni siquiera en publicidades ni en los envases de los productos.

De hecho, esta prohibición se aplica también a las imágenes de mujeres en las cajas de tinte para el pelo donde las mujeres “llevan un niqab”, explica el propietario de una tienda sobre las fotografías de las mujeres de las cajas que aparecen tachadas con color negro para no hacerlas visibles.

«A todas las mujeres les gusta mostrar sus caras. Hemos perdido esa opción. Hemos perdido nuestra feminidad«, asegura una de las mujeres que graba con la cámara oculta, Um Mohammad. Y agrega que: «todo el mundo se ha ido».

En este sentido, la vida de las mujeres se caracteriza en ir de compras, presenciar ejecuciones y tomar taxis. Aunque el conductor les explica que se crearía «grandes problemas al recoger a una mujer sola» y, por ello, podría tener un castigo de 30 latigazos. E incluso los terroristas también castigarán a las mujeres que decidan subirse.

Por otro lado, y desde que el Estado Islámico se hiciera con el control de este territorio, las mujeres han sido testigos de asesinatos y torturas.  “Me dejó espantada. Era la primera vez que veía algo así», relata una de las mujeres sobre una ejecución que presenció. «Había un hombre sentado en el suelo. Era un hombre joven, un soldado».

A su lado había cuatro o cinco asesinos, vestidos de negro. «Cada uno le disparó cuatro o cinco veces. Murió y finalmente lo decapitaron. Intenté mirar pero no pude«, asegura aterrorizada la mujer que explica que: «cualquiera diría que fue extraño… que estuviera a punto de morir, tenía el cuchillo cerca de su cuello y un arma apuntada a la cabeza, pero simplemente estaba sentado allí, tranquilamente. No se movía, no respiraba. Sentí como si no estuviera asustado siquiera, como si hubiera muerto antes de que lo ejecutaran”.

Esta misma mujer añade que: «ejecutan con disparos, profanan el cuerpo, lo decapitan, colocan la cabeza en pinchos y la dejan expuesta en rotondas. O dejan el cuerpo en la carretera y obligan a los coches a arrollarlo una hasta que no quede nada», añade.

El vídeo fue grabado a finales de invierno y para llevarlo a cabo estas dos mujeres han arriesgado sus vidas. «Saben que serán lapidadas a muerte si las descubren, pero quieren que el mundo sepa cómo es su vida», señala la televisión Expressen.

A pesar de ello, estas dos mujeres guardan la esperanza de que un día sus vidas cambien. «Estoy deseando quitarme el niqab y la oscuridad que nos oculta para siempre. Tengo muchas ganas de vestirme como antes, ser capaz de salir a la calle sin miedo», confiesa una de las mujeres.

Y describe que: “quiero vivir como me gusta. Comprar lo que me gusta. Quiero andar sola, libre, sin tener un guardia conmigo. Nada es más importante que la libertad».

La Guerra de Siria comenzó hace cinco años, mientras que, el Estado Islámico se hizo con el control total de Raqqa en enero de 2014 y poco después lo proclamaría la capital del califato. Desde 2011, el conflicto ha dejado más de 270.000 muertos y millones de desplazados.

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