Los sacerdotes de la archidiócesis de Cuttack-Bhubaneswar en Orissa (India), el padre Mrutyunjaya y el padre Santosh Kumar relatarán el martes 20 de octubre en la parroquia Nuestra Señora de Covadonga en Madrid, la difícil realidad de los cristianos en su país, que cada día sufren por su fe.

Además explicarán en primera persona los ataques de los que han sido víctimas. Y es que, aunque la gran mayoría de la poblacion en la India profesa el hinduísmo, hay una minoría cristiana que sufre persecuciones por su fe.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

Suscríbete a Actuall y así no caerás nunca en la tentación.

Suscríbete ahora

Según queda reflejado en el informe de Libertad Religiosa de Ayuda a la Iglesia Necesitada, se calcula que los cristianos de la India constituyen un 2,5 por ciento de la poblacion y, aunque la Constitución de la India garantiza la libertad religiosa, la persecución violenta que sufren está acabando con ellos.

En los últimos años, se han destruido unas 5.600 viviendas y 300 iglesias y se han eliminado poblaciones enteras de 400 pueblos. Unas 56.000 personas han sido desplazadas y obligadas a vivir en campos de refugiados y se tiene constancia de que al menos 100 cristianos han sido quemados vivos.

De estos casos, sólo 31 casos de asesinato llegaron a los tribunales y sólo uno acabó en condena para los agresores.

Además, las leyes de anticonversión se están recrudeciendo hasta el punto de provocar más violencia contra los cristianos, fomentando la animadversión hacia ellos. Los impedimentos para construir iglesias son cada vez mayores y se paralizan aquellas que se encuentran en construcción. La situación cristiana en la India empeora cada día.

La última víctima cristiana

El 11 de septiembre varios radicales sijs se reunieron frente a la vivienda de una mujer cristiana de 55 años, tocaron a la puerta y la sacaron a la calle, donde fue golpeada en repetidas ocasiones con un hacha hasta que finalmente murió.

Según infoma AsiaNews, fuentes policiales declararon que la mujer murió desangrada a causa de las heridas recibidas, después de resistir durante cuatro horas. Al parecer los atacantes le infligieron numerosas heridas bajo las rodillas, «probablemente para que la muerte fuera más lenta, cuando en lugar de eso podrían haberla acuchillado a muerte de inmediato».

Comentarios

Comentarios