
La asociación Enraizados se ha manifestado frente a la Embajada de China en Madrid para pedir la liberación de Monseñor Shao Zhumin, obispo coadjutor de la diócesis de Wenzhou y que pertenece a la iglesia clandestina (perseguida por el régimen comunista), que ha desaparecido.
Monseñor Shao Zhumin iba a ser nombrado el sucesor de Monseñor Zhu Weifang, el obispo de la diócesis, que falleció a finales de agosto a los 90 años a causa de un cáncer. La policía local ha prohibido a los miembros de la comunidad cristiana participar en el funeral del obispo.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraSin embargo, en cuanto se supo la noticia del fallecimiento de Zhu Weifang, Monseñor Shao Zhumin desapareció junto a su secretaria y dos sacerdotes.
Según informa AsiaNews, los fieles del lugar confirmaron que el secuestro se llevó a cabo poco antes de la muerte de Monseñor Zhu Weifang para impedir que Shao Zhumin celebrara los funerales y se hiciera cargo de la diócesis.
El presidente de Enraizados, José Castro Velarde, considera que «como católicos, tenemos la obligación de ser la voz de aquellos hermanos que no tienen voz». Asimismo pide que Occidente «no mire hacia otro lado mientras en China no se respetan los derechos humanos y se vigila e incluso se hace desaparecer a los sacerdotes y obispos».
En este sentido, Castro pide al embajador chino en España, el señor Lyu Fan, que «nos escuche y vele por el respeto de la libertad religiosa de los cristianos de su país”.
Además, recuerda que su asociación lleva cuatro años pidiendo la liberación del Obispo de Shanghái, Tadeo Ma Daqin. El prelado se encuentra en arresto domiciliario, apresado en junio de 2012, justo el día después de su ordenación episcopal, por no someterse al control que la dictadura china quiere imponer a los católicos.
El presidente Castro Velarde también pide con urgencia la libertad para los cristianos chinos. Incluso se ha reunido en varias ocasiones con representantes de distintos países en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra para presentarles el caso.