La estatua de San Petronio, patrón de la ciudad de Bolonia (Italia), se encuentra en la plaza ‘di Porta Ravegnana’, justo debajo de Las Dos Torres. Este emblemático monumento ha amanecido con una inscripción en árabe. La frase «Alá Akbar», que significa «Dios es grande», ha ocupado en gran medida la base de la escultura.
La jefatura de policía está revisando las grabaciones de vídeo de las cámaras de vigilancia de la zona para descubrir a los culpables, ya que consideran bastante probable que este momento haya quedado grabado.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLa Archidiócesis ha condenado este acto y afirma que es una provocación que hayan utilizado el pedestal de la estatua de San Patronio para «ofender a los demás. Es una blasfemia que se use el nombre de Dios» con este fin, ya que «es el símbolo civil y religioso de la ciudad».
Además, pide «a las autoridades competentes que identifiquen a los responsables y no cedan a la lógica de la confrontación y prevalezca la colaboración de todas las personas para conseguir una coexistencia pacífica».
El alcalde de la ciudad, Virginio Merola, confirma que la inscripción, realizada con espuma blanca, «se borrará de manera inmediata». Añade, según informa Il Messaggero, que confía que «no sea un truco de algún tonto, porque Bolonia siempre ha sido una ciudad en la que conviven diferentes culturas y religiones, desde hace siglos, y prima el diálogo, por lo que no podemos permitir este tipo de gestos por parte de la ciudadanía».
El patrón de Bolonia, objetivo del Islam
La basílica de San Petronio, que se encuentra a escasos metros de la estatua, es uno de los lugares más vigilados desde que se produjeron los ataques terroristas de Francia. El motivo es que en su interior se encuentra un fresco de Giovanni da Modena, en el que se representa al Profeta del islam desnudo condenado en el infierno.
Esta obra representa a Mahoma, «condenado a ser eternamente desgarrado de la cabeza a los pies por los demonios», siguiendo las palabras del Canto XXVIII de La Divina Comedia de Dante Alighieri, que definían al profeta como un «sembrador de escándalo y cisma» por haber dividido las religiones.
Desde el 2002, está obra se ha convertido en el blanco de los terroristas islámicos al considerar esta obra muy ofensiva para los musulmanes y ante la negativa de la mayoría de ellos de representar al fundador del islam, algo prohibido en su religión.
Cinco supuestos turistas (cuatro marroquíes y un tunecino) fueron detenidos por planear un ataque contra la basílica con el fin de destruir dicha representación
