La oleada de atentados terroristas de signo islamista que sacude Francia desde hace un año y medio obliga cada vez más a extremar las medidas de seguridad en todos los órdenes. Especialmente las iglesias, en el punto de mira de los yihadistas.
Es el caso del santuario de Lourdes, que está intensificando la seguridad de cara a la fiesta de la Asunción -fiesta nacional en Francia- del próximo lunes 15 de agosto hasta el punto de barajar la cancelación de la misa y la procesión a la que cada año asisten unas 25.000 personas, según el diario Catholic Herald.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLa alta concentración de peregrinos supondría un problema de seguridad para las autoridades, y así lo ha reconocido el prefecto de la región de los Pirineos, Beatrice Lagarde. Por ello el día de la Virgen las carreteras que rodean el sitio Lourdes estarán cerradas al tráfico, y los contenedores serán reemplazados por bolsas de plástico transparentes.
De esta forma se cerrarán la mayoría de entradas al santuario para obligar a los asistentes a acceder a través de puertas de seguridad en las que se efectuarán diferentes registros. Un total de 250 personas participarán en el dispositivo de seguridad, incluidos policías y especialistas en desactivación de bombas.
De Niza al degollamiento del padre Hamel
Mientras no se diga lo contrario, la previsión es que la procesión se inicie dentro del sitio, en lugar de hacerlo en la ciudad como es costumbre. Pese a todo, Lagarde ha recordado que ante todo los fieles tienen derecho a acceder al santuario, y que por ello «se trabaja en la seguridad».
La preocupación es máxima, sobre todo por los recientes atentados islamistas de este verano en Niza (en el que murieron 85 personas) y el degollamiento del sacerdote Jacques Hamel.
El doctor Michael Moran, miembro del Comité Médico Internacional de Lourdes, ha señalado que a pesar de que era «triste» ver barricadas en las carreteras de acceso al santuario, no queda otra opción que la de prevenir pues hay una sensación generalizada en Europa -especialmente Francia- de que vuelva a producirse un ataque terrorista.
«Estaba en Lourdes en el momento del trágico atentado en Niza. Mientras se celebraba la procesión de antorchas en el santuario, siendo testigo de tanta bondad en la humanidad a mi alrededor, nos llegó la terrible noticia de lo que estaba ocurriendo en Niza. El mal existe en nuestro mundo, y ya no se puede esperar que cualquier lugar permanezca inmune a la amenaza del terrorismo», señala Moran.
A pesar del tono amargo de estas palabras, el médico de Lourdes ha señalado que «aunque vivimos en tiempos terribles, la bondad prevalecerá sobre el mal. Hasta entonces, nos remitimos a la protección proporcionada por la señora Lagarde y su equipo, y las autoridades en el santuario».