Waffa Mousa es una mujer iraquí originaria de la ciudad de Bagdida, situada a unos 35 kilómetros al suroeste de Mosul. En el año 2014, ante el avance violento y veloz del grupo terrorista autodenominado Estado Islámico, se vio obligada a huir, como tantos otros cristianos al norte del país.
En el kurdistán iraquí encontró refugio en Suleimaniya, donde la convivencia entre cristianos y musulmanes es generalmente pacífica y pudo aguardar la derrota de sus perseguidores, que le arrebataron todo: casa, familia, posesiones de cualquier tipo… Todo menos su fe cristiana, heredada de generación en generación desde el principio de la era cristiana y que reivindica con orgullo: «Como cristianos, creemos que ésta es la tierra de nuestros padres y abuelos».
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraWaffa Mousa ha logrado rehacer poco a poco su vida en Bagdida, donde ejerce como profesora de una escuela secundaria desde el año 2017. Se siente agradecida por la visita del Papa Francisco a su país («probablemente no podré verlo de cerca, pero en lo profundo de mi ser sentiré como si estuviera en mi corazón«, señala) y reclama una mayor atención de la comunidad internacional hacia la comunidad cristiana de Irak, que ha disminuido de forma drástica desde las guerras del Golfo. Apenas quedan 300.000.
Pese a las muchas dificultades que no dan mucho margen a la esperanza, Waffa Mousa explica que «nunca dejaremos de enseñar a nuestros hijos a creer en la bondad de las personas, a pesar de todo el odio».
Cuando fueron expulsados de sus casas en 2014 por los islamistas radicales, ¿pensó que algún día tendría la posibilidad de recibir al Papa en Irak?
Después de que el ISIS ocupara nuestras tierras nunca pensé que tendríamos la oportunidad de recibir al Papa en Irak. De hecho, soñamos con regresar a nuestras tierras durante mucho tiempo, pero en ocasiones perdimos la esperanza de regresar. Yo sueño con la visita del Papa desde Juan Pablo II.
¿A qué actos tienes previsto acudir? ¿Podrá estar cerca del Papa?
Bueno, la visita del Papa será a algunos lugares específicos y doy gracias a Dios de que uno de esos lugares sea mi ciudad natal, donde vivo. El Papa visitará el país y nuestra región por primera vez. Probablemente no podré verlo de cerca, pero en lo profundo de mi ser sentiré como si estuviera en mi corazón. Su visita a nuestro país es un gran honor para nosotros. No tendré la oportunidad de entrar en la Iglesia de Al Tahira (Mosul) donde el Papa permanecerá durante casi una hora, pero habrá muchas pantallas gigantes que nos ayudarán a verle. Ese mismo día asistiremos a una misa en otra provincia, en Erbil, lo que considero una peregrinación, como hizo el padre Abraham.
Muchos cristianos tienen miedo al futuro porque no hay trabajo y la falta de servicios y de seguridad les lleva a plantearse emigrar
¿Cree que la presencia del Papa ayudará a frenar la disminución paulatina del número de cristianos en el país?
Esperamos que la visita del Papa ayude a frenar la disminución constante del número de cristianos en Irak, pero no mucho.
Tras todo este tiempo de dificultad extrema ¿cómo cree que será el futuro de los cristianos en Irak?
Bueno, no podemos augurar nada mientras haya tantos partidos políticos y religiosos gobernando el país. Mucha gente tiene miedo al futuro porque no hay trabajo y la falta de servicios y de seguridad les lleva a plantearse emigrar a lo desconocido.
Después de tantos años de sufrimiento, ¿cómo explica la importancia de permanecer en Irak como cristiana?
Como cristianos, creemos que ésta es la tierra de nuestros padres y abuelos. Se trata de nuestra propia historia que se remonta a la presencia de las naciones asiria, caldea y siríaca. En realidad, es el legado de nuestra civilización y lo transmitiremos a otras generaciones.
¿Es posible sonreír desde el corazón después de vivir momentos dramáticos de persecución, pobreza y exilio?
Puede que en ese momento pudiera decir que no. A día de hoy, hay sentimientos encontrados. A veces nos sentimos felices, pero después de un tiempo dejamos de sentir esa felicidad debido a las circunstancias de nuestro país. De vez en cuando nos damos cuenta de que hay una nueva crisis, que destruye nuestras esperanzas de vivir un futuro luminoso.
«Si creemos en Dios, que sacrificó su vida por nosotros, tendremos esperanza»
Han pasado algunos años desde que el Daesh está prácticamente derrotado. ¿Echas de menos la solidaridad y el apoyo internacional que hubo en favor de los cristianos perseguidos en años pasados?
Sí, echamos de menos la solidaridad y el apoyo internacional a las personas perseguidas. Su solidaridad y presencia se centra en algunos grupos dominantes por sus intereses personales.
Sé que has pasado momentos muy duros, pero también, después de lo peor, habéis recuperado poco a poco una cierta normalidad. ¿Siempre queda esperanza?
Por supuesto, si creemos en Dios, que sacrificó su vida por nosotros, tendremos esperanza incluso pasado un tiempo. Nunca dejaremos de enseñar a nuestros hijos a creer en la bondad de las personas, a pesar de todo el odio de algunos de ellos, y lo importante que es tener nuestra propia voz en este mundo.
Es profesora en una escuela femenina ¿cuál es la lección que no dejará de transmitir a sus alumnas?
Como maestra de la escuela de niñas se me pueden presentar algunos desafíos, ya que tenemos niñas de diferentes lugares, pueblos, ciudades y regiones. También cristianas o musulmanas, pero a pesar de las diferencias las trato como seres humanos, que tienen derecho a vivir una vida digna. No me gusta hacer diferencias entre ellas, así que las trato como si fueran mis amigas o mis hermanas menores. Les doy consejos para su vida cotidiana además de mis obligaciones ordinarias, y eso me hace sentir bien y un cierto alivio, ya que a sus ojos eso me hace una buena maestra.