Andrés tiene 10 años y padece laminopatía congénita. Es una enfermedad rara caracterizada por la ausencia de adquisiciones motoras, pérdida de control cefálico, insuficiencia respiratoria y anomalías cardíacas con riesgo de muerte súbita. Las personas que conviven con este trastorno necesitan la ayuda de otra persona en todo momento. Por esta misma razón, y para situaciones similares a la de Andrés, se creó en 2006 la Ley de Dependencia.

Así en 2010 la familia de Andrés solicitó la atención que ofrece la Ley de Dependencia, ya que sus cuidados requerían una ayuda las 24 horas del día. En esta valoración le concedieron el nivel II grado II con horas de ayuda domiciliaria y una paga para la persona que le cuidase.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraComo Andrés existen otras 1.216.341 personas en situación de dependencia reconocida.
Como Andrés existen otras 1.216.341 personas en situación de dependencia reconocida, según los datos del último informe del Observatorio de la Dependencia. Además, este estudio indica que una de cada cinco personas en lista de espera necesitada de dependencia fallece antes de recibir la prestación a la que tenía derecho. En total son más de 100.000 afectados.
La Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia creó un Sistema para la Autonomía y Atención a la Autonomía (SAAD) que permitía a todas las personas incapaces de cuidarse por sí mismas ser atendidas por las administraciones.
En 2014, 727.505 personas fueron beneficiarios de subvenciones. Pero más de 190.000 estaban en lista de espera.
Además, esta norma contempla que los beneficiarios de las prestaciones participarán, en la medida de sus posibilidades, en su financiación, pero siempre dependiendo del tipo, coste del servicio y su capacidad económica personal, así como del grado de dependencia que posea.
Una ley de listas de espera
A pesar de ello y desde sus comienzos, la Ley de Dependencia ha recibido numerosas críticas por parte de los afectados. En 2014, 727.505 personas fueron beneficiarios de subvenciones para poder vivir de una manera más sencilla, según datos del Ministerio de Sanidad, Servicios, Sociales e Igualdad. Pero más de 190.000 estaban en lista de espera.
«Las ayudas que brinda la Ley de Dependencia no es suficiente en absoluto»
“Las ayudas que brinda la Ley de Dependencia no es suficiente en absoluto cuando, por ejemplo, tu hijo utiliza un corsé para mantener el tronco y sujetar su cabeza, tiene que visitar con mucha frecuencia al fisioterapeuta, hacerse numerosas pruebas y necesita dormir con una máquina que le ayuda a respirar”.
Así lo explica a Actuall la madre de Andrés, Beatriz Olona, que denuncia que para que una ley sea visible es necesaria una financiación adecuada. “Eso no existe actualmente, además, hay muchas diferencias entre Comunidades Autónomas que no deberían producirse”.

Comunidades como Valencia, Asturias o Extremadura donde el tiempo estimado para que los dependientes reciban las prestaciones es de 100 días. En cambio, Olona asegura que Castilla y León es una de las comunidades con uno de los índices más bajos en tiempo de espera.
En 2013, y según datos del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), a casi 200.000 personas se les había concedido esta ley .
En 2013, y según datos del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), a casi 200.000 personas se les había concedido este derecho, pero aún no se habían beneficiado de ello.
El Estado gasta cada vez menos
El presidente de la , José Manuel Ramírez, advierte de que, por primera vez, la aportación de los propios usuarios de la dependencia supera a los que aporta el Ministerio de Sanidad, Servicios, Sociales e Igualdad para sufragar el sistema.
De cada 100 euros gastados en atenciones, 63 lo aportaron las Comunidades Autónomas, 19 los usuarios y 18 la Administración.
Por ello, de cada 100 euros gastados en atenciones, 63 lo aportaron las Comunidades Autónomas, 19 los usuarios y 18 la Administración. Según estas cifras, el 78% de la financiación pública del sistema proviene de las Comunidades Autónomas, mientras que el 22% lo hace del Estado.

Asimismo, en 2014 el coste global de las atenciones del sistema fue de 6.400 millones de euros, lo que supone que 6.665 euros al año por cada dependiente. En este sentido, Ramírez apunta que por cada 1.000 millones de euros invertidos cada año se recuperarían 440 millones de manera directa y al menos 100 millones inducidamente.
En 2014 el coste global de las atenciones del sistema fue de 6.400 millones de euros, lo que supone que 6.665 euros al año por cada dependiente.
Esto supondría 30.000 puestos de trabajos y se podría ampliar la atención a más de 120.000 personas.
Por otra parte, y según destaca Beatriz Olona, los padres y familiares de personas dependientes se ven en la necesidad de afrontar la captación de recursos con el único fin de ayudar a sus seres queridos a tener una vida más fácil.
De hecho, Beatriz puso en marcha la Fundacion Andrés Marcio, una organización sin ánimo de lucro con sede en España aunque con carácter internacional, cuyo objetivo es encontrar una cura definitiva a esta enfermedad.