
Empezó realizando actividades en la piscina cuando sólo tenía seis meses de vida. Y, ahora, 22 años después, Leo Lázaro, un niño madrileño con síndrome de Down es un enamorado de la natación y del deporte en general. Dedica, además, su vida a practicar fútbol, baloncesto, senderismo y buceo, demostrando que la discapacidad también puede romper barreras en el mundo del deporte.
Ahora se ha preparado para la carrera solidaria de Down Madrid que tuvo lugar el domingo, 1 de octubre, en Madrid y con la que la fundación recaudó fondos para proyectos de ocio y deporte de personas con discapacidad intelectual.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraActuall ha querido hablar con los padres de Leo, Dolores Martínez y Enrique Francisco para que conocer de primera mano cómo el deporte puede ayudar a niños con síndrome de Down.
¿Cuáles son las principales aficiones de Leo?
Sus tres mayores aficiones son, sin ninguna duda, estar con la familia y los amigos, practicar deporte y desenvolverse en la naturaleza.
¿Qué deportes practica?
Desde los seis meses está realizando actividades en la piscina. Su primera fisioterapeuta le ayudaba a coordinar sus movimientos en el agua. También practica otros deportes con regularidad: fútbol, baloncesto, ciclismo, esquí, piragüismo. Además, le encantan las actividades de contacto con la naturaleza y ha montado a caballo. De hecho, la primera vez que lo hizo fue porque él lo pidió para su cumple. Incluso se ha sacado el curso internacional de buceo.

¿Considera que este tipo de estimulación favorece su desarrollo físico y también social?
Leo es un chico muy activo, necesita quemar energía y este tipo de actividades le proporcionan esa sensación de equilibrio. Siempre dice que se siente bien después de alguna de estas prácticas. Pero centrándonos en la práctica del deporte, decir que la disciplina que implica una actividad tan exigente como la natación ha supuesto para Leo un motivo de desarrollo y madurez personal que no hubiera podido alcanzar de otra forma. En este deporte, ha alcanzado un nivel que le somete a un constante reto de superación.
Lo hemos trabajado hablando mucho con él, restando importancia a los resultados y atribuyéndosela a la propia práctica y superación personal
Para los jóvenes es complicado gestionar una derrota o un éxito ¿Cómo han trabajado con él este tipo de valores?
Claro que le gusta ganar cuando compite en cualquier deporte, pero el contacto con éxito y el fracaso por igual han hecho que progresivamente mejore en la aceptación propia y la de los demás. Lo hemos trabajado hablando mucho con él, restando importancia a los resultados y atribuyéndosela a la propia práctica y superación personal.

¿Cuál es el mayor reto que ha conseguido en el deporte?
Leo ha participado en casi todos los retos planteados por Down Madrid, pero quizá el mayor reto de su vida fue enfrentarse al título de buceo, que implicaba no sólo una habilidad física muy determinada, sino también el dominio de un temario teórico muy complicado para él. Este reto fue competitivo sólo consigo mismo, y supuso un éxito de superación personal al que se refiere a menudo para expresar de lo que es capaz él y todos nuestros hijos contando con personas que les crean capaces (es que con más frecuencia deberíamos olvidarnos de decirles “que es imposible para ellos”).
En la familia se ha intentado que el miedo al fracaso nunca supusiera que Leo evitase realizar actividades
¿Y ustedes tienen miedo al fracaso de su hijo?
En la familia se ha intentado que el miedo al fracaso nunca supusiera que Leo evitase realizar actividades cerca de sus límites personales y mucho menos deportivos.

¿Cuál es la última prueba que ha tenido como reto?
Down Madrid, organizó el pasado domingo 1 de octubre una carrera popular en el Parque Juan Carlos I, y en ella estuvo Leo compitiendo. Y, por lo tanto, previamente estuvo preparándose.