
Los habitantes de la ciudad de Tacloban, en Filipinas, sobrevivientes al tifón Haiyan en 2013, se han unido para crear un programa de ayuda a la poblacion afectada por la tempestad Melor, que en diciembre ha causado decenas de muertos y cerca de 740.000 personas afectadas.
La parroquia del Santo Niño ha iniciado un proyecto solidario llamado «Regalo Mo, kalipayan Ko!» (Tu don es mi alegría) impulsado por los sobrevivientes del tifón Haiyan con el objetivo de donar artículos de primera necesidad a la diócesis de Catarman, una de las más afectadas por el tifón.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraEl tifón Melor ha causado hasta la fecha al menos 34 muertes, ha obligado a la evacuación de 725.000 personas y a trasladar a 12.000 familias a centros de atención.
El vicario parroquial de la iglesia, Wilson Chu, explica que el programa está pensado para ayudar a alrededor de 2.700 personas entre familiares de las víctimas y desplazados y, aunque en un principio iba a centrarse en las fechas navideñas, la parroquia ha decidido ampliar la ayuda hasta finales de enero.
«Es hora de devolver la ayuda»
Los sobrevivientes del tifón Haiyan fueron los primeros en unirse a la ayuda. Una voluntaria de Tacloban ha explicado a AsiaNews, que «en 2013 fuimos objeto de caridad, es hora de devolver la ayuda».
Haiyanha sido el fenómeno meteorológico de estas características más fuerte hasta ahora registrado en el planeta. Destruyó el 90% de la ciudad de Tacloban, murieron unas 6.300 personas y más de 1.000 están desaparecidas a causa de una catástrofe que afectó a más de 16 millones de personas.
La parroquia del Santo Niño explica que, entre las obras de caridad, está incluida además la asistencia en los hospitales de la zona y la creación de un espacio en la parroquia para acoger a los enfermos. Las Misioneras de la Caridad también se han prestado para colaborar y se centrarán en atender a los ninos.
«Solo se les puede acompañar en el silencio»
El Papa visitó Filipinas a principios de 2015 y celebró una misa multitudinaria en Tablocan por los afectados del tifón Haiyan. Delante de quien había perdido a sus familiares y casas el Papa confesó: «No sé que decirles. No tengo palabras. Él (Señor) sí sabe que decirles. ¡Tantos de ustedes han perdido la familia…! Y yo sólo puedo guardar silencio. Sólo se les puede acompañar en silencio».