Los estudios que se realizan durante el periodo gestacional están fomentando una especie de ‘limpieza racial’ que tiene como consecuencia que en España se haya disparado el número de abortos de niños con anomalías cromosómicas. Según asegura el ginecólogo Esteban Rodríguez, nueve de cada diez niños que son diagnosticados síndrome de Down antes de las 22 semanas acaban muriendo mediante un aborto intencionado.
La trisomía 21, comúnmente conocida como síndrome de Down, se detecta a través de pruebas prenatales. Las personas que no se plantean el aborto no se someten a algunas de ellas, como la amniocentesis, que a su vez ya implica un riesgo de aborto debido a la agresividad de la prueba. Una vez revelado el diagnóstico, es decisión libre de los padres seguir o no con el embarazo.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLa mayoría de las pruebas para detectar de forma temprana algunas discapacidades se realizan alrededor de la semana 13 del embarazo. «El médico realiza una aparentemente ‘inocente’ ecografía y una analítica de sangre para saber si el feto es portador de un defecto cromosómico. Cuando ese ‘inocente análisis’ revela que existe un riesgo elevado, se informa a la mujer y se realiza una amniocentesis o biopsia de corion para confirmarlo”, declara a Actuall Esteban Rodríguez.
Las distintas pruebas prenatales
El coordinador general de la Asociación Nacional para la Defensa del Derecho a la Objeción de Conciencia (ANDOC), José Antonio Díez, incide en que hay que saber distinguir entre las distintas técnicas de pruebas prenatales, pues en esa denominación entra desde una ecografía o un análisis de ácido fólico a las técnicas invasivas de cribado como la amniocentesis, la fetoscopia o la biopsia corial.
“Hay técnicas que ayudan al desarrollo normal del embarazo o para detectar las pocas enfermedades que hoy en día se pueden tratar. El problema son los programas de cribado de cromosomopatías, donde el médico, sin darse cuenta, actúa como un ‘detective’ que debe descubrir seres humanos con defectos y decretar, o al menos propiciar, una sentencia de muerte”, asegura el coordinador de ANDOC.
Sin embargo, muchos profesionales del sector sanitario califican este tipo de pruebas como ‘controles aduaneros’ o ‘controles de calidad’ que promueven y facilitan el aborto eugenésico en el plazo legal si se detecta alguna anomalía.
«Estos protocolos son auténticas cacerías en las que la presa es el niño Down»
Para el doctor Rodríguez, estos protocolos médicos diseñados para el diagnóstico precoz del síndrome de Down tienen como objetivo primordial facilitar a los padres la eliminación del feto.
De este modo, califica estos protocolos de auténtica cacería en la que la presa es el niño Down, los perros de caza el personal sanitario y las distintas instituciones que colaboran con ello, y el cazador, el técnico que ejecuta el aborto.
El deber de informar
En este periodo gestacional, tanto la madre como el padre ya han establecido una relación con el niño que va a nacer, por lo que es muy importante ser conscientes de la decisión que se va a tomar.
Por ello, Díez insiste en que es deber del profesional médico transmitir a las familias los límites de fiabilidad que tienen las distintas herramientas diagnósticas. «El profesional debe informar con absoluta imparcialidad, sin presionar a las familias», asegura. El coordinador general de ANDOC recuerda que los convenios internacionales prohíben todo género de discriminación por motivos genéticos.
El síndrome de Down desaparece
En España, el número de niños con síndrome de Down ha descendido considerablemente. Desde la asociación Down España aseguran que están naciendo aproximadamente algo menos de un tercio que a finales de los años 80.
España está entre los tres países con menor índice de nacimientos de personas con esta discapacidad. El número de nacimientos de personas con síndrome de Down en todo el mundo es más o menos estable y está en una ratio de 1 por cada 700 nacimientos vivos.
Las diferencias en el número de nacimientos reales en cada país están motivadas por la existencia de diferentes legislaciones que permiten el aborto. También influye su aplicación práctica durante el diagnóstico prenatal, muy enfocado hacia la detección del síndrome de Down, aseguran desde Down España.
España ha evolucionado de una ratio de uno de cada 700 casos a mediados de los 80, a uno de cada 1500 en la actualidad, según estimaciones de Down España basadas en el Registro Colaborativo Español de Malformaciones Congénitas y en datos de la encuesta Edad del Imserso. Esto se debe a que tras una prueba de amniocentesis con diagnóstico de síndrome de Down, el 90% de los padres decide abortar.
Además, señalan que actualmente se ha llegado incluso a alcanzar la proporción de nacimientos de 1/1900 a consecuencia no sólo de la amniocentesis, sino de las pruebas diagnósticas previas que ya son valoradas por la mujer como pasos previos a la decisión para abortar.