
En cuanto se apruebe la ley, las mujeres que deseen abortar en el estado de Arizona tendrán que explicar al médico los motivos para dicha acción, una pregunta que ha puesto muy incómodas a las abortistas.
Normalmente esos motivos suelen ser por razones económicas, malformación del feto o embarazo no deseado, aunque hay muchos más, pero parece que explicar estos motivos es incomodar demasiado e interferir en el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraSi muchas mujeres reconocen que abortan por falta de medios económicos, el Estado lo sabría y podríamos ayudarlas
Desde el Gobierno de Arizona argumentan precisamente lo contrario: han elaborado esta ley para recabar más información con la que poder ayudar a las mujeres en esta situación.
Cathi Herrod, presidenta de una asociación provida que ayudó con el texto de la ley, pone un ejemplo: si muchas mujeres reconocen que abortan por falta de medios económicos, el Estado lo sabría y podríamos ayudarlas».
Obviamente los datos son anónimos y solo se va a obtener la masa de la información, pero como indica Herrod puede ayudar al Gobierno a orientar mejor las ayudas para quienes la necesitan.
A los médicos también se les exige algo: detallar cuántas de sus pacientes piden escuchar los latidos del corazón del feto, una opción que ya existía en la ley anterior pero que se desconoce si se realizaba o no.
Ahora el Proyecto de Ley Senatorial 1394 acaba de llegar al Senado donde los proabortistas quieren revocarlo. Como la senadora demócrata Katie Hobbs, quien realmente no cree que se quiera ayudar a las mujeres con esa pregunta, sino que piensa que «se trata de avergonzarlas y avergonzar a los proveedores de atención médica que los cuidan».
Para ella, si quisiesen ayudar ayudar a las mujeres, el Gobierno mejoraría los servicios y repartiría más anticonceptivos.
Por su parte el senador demócrata David Bradley alegó que «el razonamiento detrás de esto es evidente hasta para un niño de quinto curso: Es un intento de avergonzar a las personas para que cambien de opinión»