Inicio mi artículo con una breve introducción porque tras la irrupción de las mal llamadas vacunas para el Covid muchos ciudadanos han empezado a cuestionarse y a interesarse por los componentes tóxicos que se introducen en las vacunas infantiles; y también comienzan a darse cuenta de que lamentablemente sus médicos, enfermeros y pediatras habituales adolecen de una enorme falta de conocimiento sobre vacunas. Los propios directivos de la OMS admiten abiertamente que los planes de estudio de las carreras de medicina y enfermería carecen de la necesaria formación sobre vacunas. (Heidi Larson, directiva de la OMS, señala que médicos y enfermeros “apenas reciben medio día de formación” sobre vacunas: Cumbre Global de Vacunas de la OMS. 15:45-17:45 h. 3 de diciembre de 2019).
¡Vaya panorama! Así nos va. Entre la poquísima formación por parte de quienes al menos debieran haberse leído todos los prospectos y fichas técnicas de los productos que están obligados a recetar y no lo hacen (ni leen ni recetan); y los graves conflictos de interés que campan en las asociaciones profesionales y de muchos profesionales que trabajan para las empresas farmacéuticas cuyos productos luego recomiendan con vigor; la población empieza a atisbar la enorme corrupción del sistema sanitario (y eso que aún no se ha firmado el Tratado de Pandemias con el que nos amenazan para 2024).
Las mal llamadas vacunas para el Covid, han cosechado graves y cuantiosos efectos adversos y muertes.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraNo son vacunas porque no inmunizan (Alta ejecutiva de Pfizer reconoció en la Unión Europea que “no fueron testadas para frenar la transmisión del virus”).
No contienen ni virus ni bacterias atenuadas, sino que abiertamente son una terapia génica, en fase experimental, ARNm.
Pese a todo, han sido impuestas a toda la población con presiones de todo tipo y están dejando tras de sí un grave rastro de muertes, sobremortalidad y enfermedad. Y, como los lectores de Actuall ya sabrán también, los componentes de las “vacunas” para el Covid se usan para hibridar el ADN humano con nanopartículas metálicas y óxido de grafeno.
En medio de este genecidio encubierto con mentiras, lo último que hemos conocido es la respuesta de la EMA (Agencia Europea del Medicamento), justificándose. Una respuesta obtenida gracias a ocho europarlamentarios que le pidieron la suspensión inmediata de las vacunas del Covid. La EMA les respondió justificándose y reconociendo que sólo recomendó que las inoculaciones para el Covid fueran dirigidas a la población de más de 60 años y siempre con la debida prescripción médica y de manera individual. ¡Vaya tela!
¿No sabía la EMA que se llamó y llama a filas inoculadoras a la población de todo el mundo y de Europa y que han muerto niños tras la inoculación?, ¿ahora reconocen que nadie les hizo caso y que lo que se ha hecho y se sigue haciendo son inoculaciones indebidas?
¿Quién va a responder por esas muertes?
¿La EMA, la UE, los presidentes de qué países?
¿Quién rectificará las recomendaciones actuales de vacunas que se siguen predicando en los medios de comunicación en España aún habiéndose reconocido en ficha técnica que todas las “vacunas” para el Covid causan muertes y otras graves enfermedades como las miocarditis, incluso en niños? ¿Hay algún colegio de médicos decente? ¿Algún periodista en algún medio de comunicación que haya investigado algo más allá del comunicado que le preparan, obligan, indican, sugieren, presionan a difundir? ¿Alguien con conciencia?
Componentes tóxicos en las vacunas infantiles
Como usted, querido lector, ya sabe (si no es la primera vez que lee mis artículos, o si ha leído mi libro, o me lee en Telegram), las irregularidades en las vacunas no surgen sólo en estos tres últimos años sino que el campo viene abonándose con engaños desde hace décadas. Por ejemplo, hace décadas que algunas vacunas infantiles utilizan células de fetos abortados en su fabricación y están introduciendo ADN humano en el receptor de la vacuna, sin que padres, médicos y enfermeros lo sepan aún; con toda la problemática que conlleva y con los graves efectos reconocidos incluso en los prospectos de estas vacunas (por cierto, que son de obligada lectura como también es obligado la receta para cada una de las vacunas recomendadas, como así se declara en la propia Agencia Española del Medicamento. Ambos preceptos se incumplen sistemáticamente y nadie dice nada).
Todas las vacunas infantiles requieren receta y prescripción médica. Captura de pantalla de la web de la Agencia Española del Medicamento.
Pero además de incumplir estos requerimientos, nos encontramos con la problemática de los componentes tóxicos introducidos en las vacunas: diferentes adyuvantes, excipientes, conservantes. Elementos considerados tóxicos, neurotóxicos, mutagénicos y cancerígenos, que sin embargo tienen vía libre para ser introducidos en el cuerpo humano, vía vacuna. ¿Son seguros en las cantidades que se introducen en los niños pequeños por vía parenteral (inyectada)? Podríamos recurrir a lo que dice, por ejemplo, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, pero en esta ocasión recurriré a la Agencia Española de Pediatría y sus documentos.
La Asociación Española de Pediatría reconoce en sus documentos que el aluminio es tóxico. Y lo dice así:
“La exposición al aluminio parenteral mayor de 4-5 µg/kg/día está asociada con toxicidad a nivel óseo y del sistema nervioso central, así como su depósito a nivel tisular. Revisar la etiqueta del fabricante”.
4-5 µg/kg/día: 4 ó 5 microgramos por kilogramo del niño y por día, es lo máximo permitido o a partir de esa cantidad es considerado tóxico. Si se introduce por vía parenteral (inyectada) es tóxico a nivel óseo y del sistema central, dice expresamente la Asociación Española de Pediatría en documento publicado en su propia página web.
1 miligramo son 1.000 microgramos.
Veamos, por ejemplo, cuánto aluminio tienen las 2 primeras vacunas infantiles, las que se ponen a los 2 y a los 4 meses de edad. Sigo el calendario de vacunación 2023 hasta los 14 años, que publicó la Comunidad de Madrid en febrero de 2023.
A los dos meses de edad, un bebé recibe tres vacunas (con múltiples antígenos, adyuvantes, excipientes y conservantes) Pero veamos sólo la cantidad recibida de aluminio:
–Vacuna Hexavalente (DTPa-Hib-VPI-HB). Vaxelis:
-> adsorbido en fosfato de aluminio (0,17 mg Al3+)
-> adsorbido en sulfato de hidroxifosfato de aluminio amorfo (0,15 mg Al3+).
–Vacuna Neumococo 13V. Prevenar 13:
-> 0,125 mg de aluminio.
–Vacuna Meningococo B. Bexsero:
-> adsorbida en hidróxido de aluminio (0,5 mg Al3+
A los dos meses un bebé recibe en sus tres pinchazos recomendados, un total reconocido oficialmente de 0,945 miligramos de aluminio, o lo que es lo mismo 945 microgramos de aluminio por vía inyectada (parenteral). Esta vía se salta toda barrera natural del cuerpo y los componentes tóxicos inoculados pueden además traspasar la barrera hematoencefálica que no se cierra hasta los dos años de edad.
Pongamos que un bebé a los dos meses de edad pesa 4 kilos. Recordemos que la Asociación Española de Pediatría establece que más de 5 microgramos de aluminio por kilo de peso corporal y día es tóxico a nivel óseo y neurológico. Un bebé de 4 kilos de peso no podría recibir más de 20 microgramos de aluminio por día dentro de cuerpo. Sin embargo, en su cita de vacunas recomendadas en Madrid (España) a sus dos meses de edad le es administrado 945 microgramos de aluminio, en tres pinchazos que tienen lugar en la misma visita médica o de enfermería. ¡46 veces más aluminio de la cantidad que es considerada tóxica!
¿Dónde están los pediatras, médicos, enfermeros, comités de ética, colegios de médicos para parar y denunciar esta intoxicación por aluminio?
Pero esto es sólo el principio (bueno el principio no, porque la madre durante su embarazo también recibe diversas vacunas con mucha carga de aluminio, que es capaz de pasar la barrera placentaria y llegar al feto).
Veamos ahora la cantidad de aluminio que se administra con las vacunas infantiles a los 4 meses de edad del bebé tras su nacimiento.
A los 4 meses de edad, los bebés reciben nuevas megadosis de aluminio que es tóxico y neurotóxico. En concreto, según fichas técnicas, reciben:
1,445 miligramos de aluminio o lo que es lo mismo: 1.445 microgramos de aluminio.
–Vacuna Vaxelis:
->adsorbido en fosfato de aluminio (0,17 mg Al3+)
->adsorbido en sulfato de hidroxifosfato de aluminio amorfo (0,15 mg Al3+).
–Vacuna Prevenar 13:
->0,125 mg de aluminio.
–Vacuna NeisVac-C:
->adsorbido en hidróxido de aluminio hidratado… 0,5 mg Al3+
–Vacuna Bexsero:
->adsorbida en hidróxido de aluminio (0,5 mg Al3+)
Total:
1,445 mg. de aluminio o lo que es lo mismo: 1.445 microgramos de aluminio.
Pongamos que un bebé pesa a los 4 meses de edad 6 kilogramos.
La Asociación Española de Pediatría reconoce que por vía parenteral 4 ó 5 microgramos de aluminio por kilo de peso del niño es tóxico. Osea que 30 microgramos sería ya tóxico para ese bebé.
¡Pues está recibiendo 1.445 microgramos de aluminio en un sólo día!
Más de 47 veces de la cantidad de aluminio que se considera tóxica. ¡Terrible!
Repito: ¿Dónde están los pediatras, médicos, enfermeros, comités de ética, colegios de médicos para parar y denunciar esta intoxicación por aluminio impuesta a los bebés?
La intoxicación seguirá con nuevas cargas de aluminio en pocos meses y en los siguientes años hasta su juventud y la tónica actual es seguir vacunando a todos a lo largo de toda la vida.
Para saber más: ‘Aluminio en vacunas. Lo que los padres necesitan conocer’. Physicians for Informed Consent.
Síndrome Autoinmune Inflamatorio inducido por Adyuvantes
El aluminio es el adyuvante más fuerte, identificado como culpable de provocar el Síndrome ASIA (Síndrome Autoinmune Inflamatorio inducido por Adyuvantes, por sus siglas en inglés). El Dr. Yehuda Shonfeld ha escrito e investigado ampliamente sobre ello. Shonfeld es fundador y director del Centro Zabludowicz para las Enfermedades Autoinmunes, en el hospital más grande de Israel y el Centro Médico Sheba, asociado a la Facultad Sackler de Medicina de la Universidad de Tel Aviv, en ese país, donde preside el Departamento de Investigación de Enfermedades Autoinmunes. Sus trabajos clínicos y científicos se centran en las enfermedades autoinmunes y reumáticas.Recibió la medalla de oro de la Sociedad Eslovaca de Médicos por su contribución a Israel, y es miembro honorario de la Asociación Húngara de Reumatología. En la Universidad de California, EE.UU. recibió el Premio Nelson para la Humanidad y Ciencia en 2008. En 2009 fue honrado como Doctor Honoris Causa en la Universidad de Debrecen, Hungría, y desde 2009 es miembro honorario de la Academia Nacional Eslovena de las Ciencias.
Escuche aquí una entrevista muy interesante al Dr. Yehuda Shonfeld, doblada y publicada en Infobioquimica.com
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