
La heroicidad del doctor William Lile ha transformado la visión provida con respecto al aborto. Hace 17 años compró un abortorio, la razón: evitar que el centro siguiera asesinando a millones de bebés.
Actuall contaba hace unas semanas la historia del doctor que con una gran suma de dinero, lograba expulsar a un gran abortista del estado de Florida, en Estados Unidos.
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Suscríbete ahoraPero su verdadera experiencia se produjo en el interior del local cuando este médico provida se encontró con algo con lo que no contaba. En el interior de las consultas los anteriores inquilinos se habían dejado todas las herramientas quirúrgicas que se empleaban para practicar abortos.
“La maquina de succión, las curetas, los fórceps, las camillas…todo estaba intacto, no lo habían movido”, contaba Lile.
El médico ha relatado para LifeSiteNews el horror que sintió al pensar que los instrumentos que tenía delante habían sido la causa de muerte de miles de ninos. En un primer lugar, pensó en deshacerse de aquellos instrumentos de tortura, sin embargo, otra idea se le pasó por la mente.
«¿Cuantas personas conocen la realidad de un aborto? ¿Quién conoce realmente cómo se mata a un no nacido?», se preguntaba.
El doctor hace demostraciones visuales de cómo se hacen los abortos por succión y por nacimiento parcial
Ante esto, el doctor Lile sintió la necesidad de transformar la maldad del aborto en un bien mayor, utilizando los instrumentos para enseñar en vídeos de manera explicativa pero no sangrienta, cómo se aborta a un bebé.
Aunque hay sectores que le han tachado de trasgresor por mostrar este horror tan explícitamente, lo cierto es que su mensaje está concienciando a la sociedad.
«No le puedes enseñar a alguien que tiene los ojos cerrados, si se enseña el aborto de manera gráfica, la gente abrirá los ojos ante este drama»
El doctor Lile realiza hasta doce demostraciones de aborto al año en diferentes conferencias, parroquias e incluso en colegios para adolescentes.
Ante las críticas, el doctor Lile ha defendido su mensaje. «No le puedes enseñar a alguien que tiene los ojos cerrados, creo que si se enseña de manera gráfica pero no explicita, la gente entenderá mejor el mensaje y abrirá los ojos ante este drama», sentencia.
En este primer vídeo, el doctor muestra cómo funciona, el aborto por succión y cómo se extrae al bebé por partes.
«La máquina de succión es un instrumento con una potencia diez veces mayor a una aspiradora y cuando empieza a funcionar el bebé es despedazado»
«En el primer trimestre de embarazo el abortista tiene que forzar la dilatación con la ayuda de un instrumento en forma de palanca para poder acceder al cuello del útero. Una vez dilatado se introduce un tubo de succión, el cual acaba en una punta afilada, que está conectado a una máquina de succión«.
La máquina de succión es un instrumento de mucha potencia, 10 veces más que una aspiradora, y «cuando empieza a funcionar el bebé es despedazado y sacado por partes, así como la placenta», cuenta el doctor.
Lile afirma en el vídeo que los abortistas utilizaban las fotografías de los fetos abortados por succión para asegurar que solo era una bolsa descompuesta de células que no era un bebé, «y por supuesto que no lo era, ya lo habían destrozado».
El doctor Lile también quiso explicar cómo eran los abortos en el segundo trimestre de embarazo, lo que se denomina «aborto por nacimiento parcial». Esta demostración ha suscitado la crítica de algunos sectores por la crudeza de la explicación.
En ella, el doctor explica que este tipo de aborto se produce cuando el bebé ha alcanzado un tamaño suficientemente grande que no cabe en la máquina de succión.
«Para abortar a un bebé en esta fase de embarazo hay que provocar el parto y hacer que la madre dilate lo suficiente. Una vez que la madre dilata, el abortista introduce un forceps para agarrar el pie del bebé y lo saca conjuntamente con el segundo pie. Con los dos pies fuera y por la dilatación, el bebé sigue saliendo vivo».
«Con los dos pies fuera y por la dilatación, el bebé sigue saliendo vivo»
«El nacimiento sigue teniendo lugar y el abortista agarra al bebé que está boca abajo, por el estómago, le inclina hacía un lado, para sacar uno de los brazos y hacía el otro lado para sacar el brazo contrario».
Lo que viene a continuación es según el doctor, el horror del aborto. «El bebé ya ha nacido, aunque la cabeza siga dentro de la vagina de la madre, ya está fuera del útero, que la cabeza siga dentro es la excusa para poder matarle, porque en estos momentos el bebé respira solo y mueve los brazos y los pies».
«Para matarle, el abortista dirige el forceps hacía la base del cráneo, clavándolas en dirección al cerebro, una vez dentro el abortista abre las tijeras dentro la cavidad craneal y en ese momento se produce la muerte del bebé».
En ocasiones este procedimiento no logra matar al feto, y si esto sucede se coloca un tubo de succión en el agujero creado por las tijeras en el cráneo y se utiliza la máquina de succión para extraer el cerebro.
Utilizar el mal para un bien mayor
En sus exposiciones explica en primer lugar que los instrumentos no son la raíz del mal en un aborto, porque estos mismos instrumentos son ginecológicos y pueden hacer el bien si se produce alguna complicación en un parto o durante el embarazo. Por lo que para el doctor, la maldad radica «en la perversa utilización que dan a los instrumentos, los que se hacen llamar ‘médicos'».
La maldad radica «en la perversa utilización que dan a los instrumentos, los que se hacen llamar ‘médicos'»
Como cristiano, el doctor opina que aunque la gente decida hacer el mal, «Dios siempre puede utilizar ese mal para transformarlo en un bien mayor y es lo que yo intento hacer».
Lile tiene claro el objetivo de sus demostraciones: «La elección depende de cada persona, si no quiere saber cómo se realiza un aborto, no se le puede obligar, pero yo tengo una misión: utilizar mis habilidades para denunciar el asesinato de miles de bebés».