François Hollande
François Hollande ante las cámaras legislativas / EFE )

Por su interés, reproducimos el artículo de Elentir publicado en su blog Contando Estrelas:

La llamada ley de «interferencia digital» castigará con penas de prisión de hasta dos años y multa de hasta 30.000 euros a todos los que «deliberadamente engañen, intimiden y/o ejerzan presión moral o psicológica para desalentar el recurso al aborto».

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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Los Republicanos, principal partido de la oposición, han denunciado que esta ley «está totalmente contra la libertad de expresión», puesto que la casuística es tan amplia que cualquiera puede ser enviado a prisión y multado por el mero hecho de ofrecer argumentos en defensa del derecho a vivir de los ninos y ninas por nacer.

Según informa Le Figaro, el diputado republicano Hervé Mariton preguntó al gobierno socialista lo siguiente: «¿Cómo definir el alcance de estas presiones, sin caer en la Policía de Opinión?» A su vez, Marion Maréchal Le Pen, la diputada más joven de la Asamblea Nacional y miembro del Frente Nacional, denunció que «Castro está muerto, pero los groupies reanuden sus antiguos métodos de censura a la libertad de expresión».

Jacques Bompard, de la Ligue du Sud, fue el más claro de todos: acusó a la izquierda de hacer «promoción de la cultura de la muerte», y presentó un lote de 50 enmiendas, entre las que figuraban propuestas para que los sitios abortistas tuviesen que «insertar una pestaña que indique los peligros que puede causar aborto», la tipificación de un «delito de incitacion al aborto» y la creación de un “día nacional de la memoria de las víctimas de la eugenesia».

El colmo del absurdo

El fanatismo abortista de la izquierda francesa ha llegado a su extremo más totalitario con esta ley. La criminalización que se hace de los provida es tal que esta “Ley Mordaza” les impone los mismos castigos que contempla el Código Penal francés para incendiarios de bosques y plantaciones (Art. 322-5), un delito cuyo castigo se justifica precisamente en la protección de las vidas humanas que son amenazadas por esos delincuentes: el mismo objetivo -proteger la vida- que buscan las webs provida ilegalizadas ahora por la izquierda francesa.

La izquierda demuestra su miedo a la libertad y al debate de ideas, y su afán por convertir a Francia en una dictadura abortista, en la que sólo tengan derecho a opinar quienes defiendan el aborto

En el colmo del absurdo, en Francia el Estado obliga al contribuyente a financiar abortos pero ya no le permite criticarlos, ni convencer a una mujer para que no se deshaga de su hijo. Si lo hace, podrá ser multado y encarcelado como si fuese un pederasta.

Con esta medida la izquierda demuestra su miedo a la libertad y al debate de ideas, y su afán por convertir a Francia en una dictadura abortista, en la que sólo tengan derecho a opinar quienes defiendan el aborto. Una situación, desde luego, que es coherente con el propio desprecio de esa izquierda por el más básico de los derechos humanos. Como vengo advirtiendo desde estas páginas, ¿cabe esperar respeto por la libertad de expresión de quienes ni siquiera respetan el derecho a vivir de los hijos por nacer?

Animo a los provida franceses -sé que alguno lee este blog- a movilizarse contra este atropello totalitario, y a denunciar esta violación del derecho a la libre expresión ante todas las instancias judiciales que sean necesarias, incluido el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Si al final se hace Justicia, deberían ser los diputados que han aprobado esta ley quienes compareciesen ante un tribunal por violar la libertad de expresión con una ley propia de una dictadura.

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