En el Reino Unido es legal que una madre, con el apoyo de médicos y enfermeras, decida el fin de la vida de su hijo durante las 24 primeras semanas de desarrollo intrauterino. El hecho de plantear plazos para el aborto es un convencionalismo sin base científica aparente que cada vez queda más en evidencia con cada caso de bebé prematuro que se conoce.
Así ha sucedido con Flynn Parry, que vino al mundo a tras 23 semanas de gestación y que 15 meses después es la prueba fehaciente de que los límites legales para abortar son aleatorios.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraEl pequeño Flynn Parry respiró con sus pulmones por primera vez cuando aún pesaba menos de medio kilo (481 gramos). Su madre, Hoda Ali, tenía 36 años cuando él ese presentó al mundo una semana antes del plazo legal de aborto.
Al nacer, Flynn apenas llegaba a los 28 centímetros de estatura, muy poco comparado con la media británica al nacer, situada alrededor de los 50 centímetros.
Su madre subraya que un médico le dijo: “Es un luchador. Todos los prematuros lo son”
Es obvio que sus primeras semanas fuera del vientre materno no fueron fáciles. Envuelto de tal forma que no echara demasiado de menos la calidez del útero materno, Flynn tuvo que luchar con fuerza, y el apoyo de los médicos para sobrevivir.
Tal y como recoge el rotativo Daily Record, su madre subraya que un médico le dijo: “Es un luchador. Todos los prematuros lo son”.
Y el camino no ha sido sencillo. Tal y como reconoce Hoda Ali, “no conecté con él hasta diez días después de su llegada. Era muy muy pequeño. Pensaba que miraba como si fuera un alien o una cría de pájaro”.
Los servicios médicos del hospital aseguraron a Hoda y a su marido Owen Parry, que Flynn no tenía muchas posibilidades de sobrevivir ya que sólo uno de cada seis supera la primera noche a esa edad y de los que lo hacen, sólo el 50 por ciento tiene posibilidades de prosperar.
Contra todos los pronósticos, Flynn no sólo ha sobrevivido, si no que vive con intensidad junto a sus padres, adora los trenes, la pizza y trepar a todo lo que puede.
Aunque no todo ha sido un camino de rosas. Flynn necesitó de respiración asistida desde su nacimiento y sufrió de retinopatía del prematuro, que se fue operada con láser 13 semanas después de nacer. Un mes después, le operaron de una hernia.