Las elecciones que este martes se disputan en Estados Unidos están consideradas las más importantes en décadas. Eso lo saben lo obispos, que se han dirigido a los fieles para pedirles que recen antes de acudir a las urnas.
Los obispos lo han hecho proponiendo una oración, en concreto, se han querido acordar de los ninos no nacidos. «Te pedimos que nuestros oídos escuchen el llanto de los ninos aún no nacidos y de quienes han sido abandonados, que escuchemos el llanto de los hombres y mujeres que son oprimidos a causa de su raza o credo, religión o género», dice parte de la oración propuesta por los obispos de EEUU.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraEsta es la oración que la Conferencia Episcopal estadounidense ha recomendado a los cristianos:
Señor Dios,
a medida que se acercan las elecciones,
buscamos entender mejor los temas y preocupaciones que afronta nuestra ciudad/ nuestro estado/ nuestro país,
y cómo el Evangelio nos apremia a responder a estos retos como ciudadanos fieles de nuestra comunidad.
Te pedimos que nuestros ojos no sufran de ceguera
para que así podamos ver a los demás como hermanos y hermanas nuestros,
quienes gozan de una dignidad que nos une y nos hace iguales.
De manera especial te pedimos que reconozcamos como hermanos y hermanas
a quienes son víctimas de abusos y de la violencia, de los engaños y de la pobreza.
Te pedimos que nuestros oídos escuchen el llanto de los ninos aún no nacidos y de quienes han sido abandonados,
que escuchemos el llanto de los hombres y mujeres que son oprimidos a causa de su raza o credo, religión o género.
Te pedimos para que nuestra mente y nuestro corazón estén abiertos a escuchar
la voz de los líderes que nos acercan cada vez más a tu Reino.
Te pedimos por el don del discernimiento
para que elijamos líderes que escuchan tu Palabra,
viven en tu amor
y caminan por la senda de tu verdad,
a medida que siguen el camino de Jesús y sus Apóstoles
y nos guían hacia tu Reino de paz y justicia.
Te lo pedimos por tu Hijo Jesucristo, a través del poder del Espíritu Santo,
Amén.