Foto del feto de 13 semanas
Foto del feto de 13 semanas/ LifeSiteNews

Jessicas Smith siempre se ha considerado provida, es madre de cuatro hijos y una firme defensora del derecho a vivir. Por eso, cuando tuvo la desgracia de sufrir un aborto natural con su quinto hijo, no dudo en cogerlo entre sus manos y hacerse una foto con él, pues no era un cúmulo de células, ni una mancha, sino un ser humano.

«Esperaba recibir una mancha debido al poco tiempo que llevaba de embarazo, pero me entregaron un bebé pequeño perfectamente formado», comentó la madre en exclusiva a LifeSiteNews.

Jessica y su marido Ray se enteraron de que esperaban a un nuevo miembro de la familia el pasado abril y en seguida empezaron a realizar los preparativos necesarios. Pero a mitad de julio Jessica notó que algo no iba bien.

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Empezó a sangrar y su principal temor fue que tuviese el segundo aborto involuntario de su vida, por lo que llamó a su madre (su marido estaba en el trabajo) y se fueron corriendo al hospital. Le acompañaron sus dos hijas más jovenes, mientras que los otros dos se quedaron en casa de unos amigos.

«Me desperté con un dolor muy intenso y sólo vi un charco de sangre a mi alrededor»

«Me desperté con un dolor muy intenso y sólo vi un charco de sangre a mi alrededor. Sabía que aquello no era una buena señal», reconoció Jessica durante la entrevista. Y nada más llegar al hospital, el médico le confirmó sus peores temores.

«Me llevaron a una sala de ecografías para comprobar cómo estaba el bebé. Al ver que la pantalla estaba en negro supe lo que significaba: Había desangrado a mi bebé y sólo pensé que no lo había notado. Eso me rompió un poco el corazón», se sinceró Jessica.

El bebé Noah, de 13 semanas de gestación/ LifeSiteNews
El bebé Noah, de 13 semanas de gestación/ LifeSiteNews

Cuando el médico le preguntó que si quería a su hijo, no sabía muy bien a qué se refería, pero después de que se lo explicasen Jessica aceptó sin dudarlo. «Cuando me preguntaron que si quería abrazarlo yo dije que sí, por supuesto».

En ese momento, Ray, que ya estaba en el hospital, y ella decidieron llamar a su hijo Noah Israel, que significa «paz y el que reinará con Dios». Después de tenerlo entre sus brazos, los padres invitaron a sus hijos a despedirse de su hermano.

Cuando mi hijo vio a Noah acostado ahí dijo ‘mira mamá, hay un bebé’, y yo le contesté ‘ya lo sé cariño’

Los dos más pequeños entraron a la habitación para decir «hola» y «adiós». «Cuando mi hijo Maycee, de dos años de edad, vio a Noah acostado ahí dijo ‘mira mamá, hay un bebé’, y yo le contesté ‘ya lo sé cariño'», contó Jessica.

«Cuando vimos a Noah y lo perfectamente formado que estaba pensamos: ¿Cómo puede alguien llamar al aborto una buena decisión? Es hora de quitarse el velo y mostrar a la gente la humanidad de un bebé en el vientre materno; y cómo un aborto destruye una vida humana», no sólo células.

«Noah me mostró lo humanos que son los nasciturus a pesar de tener sólo semanas de vida”, confesó Jessica al final de la entrevista.

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