La Comisión de DDHH debatirá aborto y agenda LGTB
La Comisión de DDHH debatirá aborto y agenda LGTB

Este miércoles 16 de junio se han reunido en Ginebra los presidentes de Rusia y de Estados Unidos, Vladimir Putin y Joe Biden. Muchos dirán que es «política de altos vuelos» y que lo que dialoguen o acuerden tiene una influencia en todo el mundo. Por otra parte, el próximo lunes 21 de junio comenzará el Consejo de Derechos Humanos el cual, por internet debido a las restricciones por la Covid-19 y sin tantos titulares, tendrá una influencia real quizás mayor que la cumbre Estados Unidos-Rusia. Una es muy pública y política, la otra sólo conocida por diplomáticos, funcionarios internacionales y unos cientos de expertos.

Desde hace varias semanas, los preparativos del encuentro de Biden y Putin se han hecho sentir en la ciudad helvética. Hemos observado prácticas y ejercicios de coordinación entrenando escenarios variados en los que participaban policías, militares, bomberos, médicos, sanitarios, helicópteros y ambulancias. Conseguir seguridad y poder organizar una cumbre similar requiere profesionalidad y Ginebra lo ha logrado, una vez más. Resaltan la prensa y los analistas internacionales que es la capital de la diplomacia, una ciudad de encuentro, así como la sede más importante de los diálogos relativos a los Derechos Humanos. En 1985, durante la «Guerra Fría» hubo una cumbre entre Rusia y Estados Unidos cuando Ronald Reagan y Mijail Gorbachov eran los presidentes. La de este miércoles tenía como objetivo emular la de hace más de 35 años y buscar reestablecer o mejorar las relaciones entre dos de las grandes potencias mundiales en el ámbito político, armamentístico y en la ONU.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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Biden y Putin dialogaban, o discutían según las fuentes, sobre desarme, derechos humanos, geopolítica y estrategia mundial al tiempo que abordaban la situación de países concretos como Ucrania, Bielorrusia, Iraq o Afganistán. Parecería que no faltaron los reproches de Biden a Putin sobre la situación de los Derechos Humanos en Rusia, o acusaciones de ciber espionaje a las que Putin contestó que en Estados Unidos tienen problemas de los cuales preocuparse al tiempo que criticó acciones de EE.UU. en el exterior o incluso dentro del propio país. Fue un encuentro de dos países y dos presidentes que no se aman ni son aliados pero que se necesitan y deben llegar a acuerdos. Que exista diálogo es bueno, que lleguen a acuerdos, también.

Diplomacía del día a día

El encuentro Putin – Biden no es lo único importante que pasará en Ginebra en este mes: el día a día de Ginebra puede impactar en nuestras vidas cotidianas incluso más que este encuentro. Como ya he indicado en este medio anteriormente, muchos ciudadanos creen que las decisiones tomadas en las organizaciones internacionales no les afectan. Tenemos que tener en cuenta que la «diplomacia del día a día», las resoluciones o informes en las organizaciones internacionales sí que influyen a los ciudadanos, afectan mucho más de lo que creemos. Lo que nuestros gobiernos aprueban tiene un reflejo en las leyes internas, sirven de justificación de determinadas medidas, o legitiman actuaciones con un simple “ya se aprobó en la ONU o la UE”.

Expertos, grupos de trabajo o comités de la ONU influencian junto con la prensa y las redes sociales la legislación, actividades o iniciativas de los gobiernos, la educación yel futuro de miles de millones de personas.

Orientación sexual e identidad de género

El próximo jueves 24 de junio se presentará el informe del «Experto Independiente sobre la protección contra la violencia y la discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género». Lamentablemente, su informe, el A/HRC/47/27, todavía no está disponible en ningún idioma. Difícilmente podremos la sociedad civil, los expertos en derecho internacional o los estados dar nuestra opinión u oponernos ante un informe que todavía no se conoce. Podemos prever o esperar, teniendo en cuenta el llamado a contribuciones que realizó en febrero de 2021 que abogará, desde su posición militante, por un concepto de género fluido, variable y cambiante al tiempo que criticará, despiadada pero inteligentemente, a aquellos que tengan opiniones contrarias.

En su petición de contribuciones ya dejaba ver que ni la libertad de opinión, expresión o de religión podrían justificar comentarios u opiniones contrarios a la promoción del concepto de género fluido y cambiante, el aborto o a la promoción de la transexualidad. De hecho, uno de sus objetivos era el de elaborar una lista de aquellos que sostienen que se fomenta una «ideología de género» o que existe una «agenda LGBTI». ¿Estamos ante la promoción de una llamada «lista negra» para luego poder restringir la pertenencia a organizaciones internacionales, eliminar declaraciones de utilidad pública, reducir subvenciones o prohibir acceder a ayudas o servicios públicos?

Consejo de Derechos Humanos

Después de tratar sobre un informe que no está publicado podemos escribir sobre las decenas que sí se incluyen en la página web de la próxima 47ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra y resaltar párrafos a favor de la ideología de género, otros que promocionan los llamados «derechos LGBTI», algunos que critican a aquellos estados que protegen la vida de los no nacidos diciendo que «atacan los derechos de las mujeres» o una promoción indiscriminada y frecuente de los llamados «derechos sexuales y reproductivos» que incluyen el llamado «derecho al aborto» el cual, por cierto, no está reconocido en ningún tratado ni acuerdo ni texto con validez internacional.

Así lo señala el Informe de la Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias, Dubravka Šimonović

«Los Estados deben abolir cualquier disposición que tipifique como delito las relaciones sexuales consentidas entre adultos, como el adulterio, la zina (relaciones sexuales ilícitas) y las relaciones entre personas del mismo sexo, así como las que penalicen el aborto en caso de violación».

El informe sobre «Los derechos en materia de salud sexual y reproductiva de las mujeres y las niñas en situaciones de crisis Informe del Grupo de Trabajo sobre la cuestión de la discriminación contra las mujeres y las niñas» incluye ni más ni menos, en sólo 24 páginas, que 138 menciones a «salud sexual y reproductiva», lo que incluye el aborto. Si sumamos menciones directas al aborto, a la educación sexual integral, las políticas patriarcales y menciones contrarias a la religión y la libertad religiosa tenemos el cóctel perfecto para la promoción de una agenda de promoción de la ideología de género, LGBTI y el aborto de forma descarada e imponiendo sus ideas bajo pretextos de falsos derechos o menciones leguleyas:

«En los últimos años, algunos Gobiernos han alentado esta reacción adversa, entre otras cosas en el Consejo de Derechos Humanos, cuestionando la universalidad de los derechos humanos. … Una estrategia básica de la oposición organizada ha sido socavar en su conjunto los derechos en materia de salud sexual y reproductiva de las mujeres, utilizando como eje su oposición ideológica al aborto».

«La aprobación de la llamada “Declaración de Ginebra: Consenso sobre el Fomento de la Salud de las Mujeres y el Fortalecimiento de la Familia” en 2020 es un ejemplo de la movilización nociva de los Estados con agendas conservadoras y contrarias a los derechos de la mujer para menoscabar los derechos humanos firmemente establecidos y mundialmente reconocidos de las mujeres y las niñas».

Este mismo informe incluye unas recomendaciones que van claramente a promocionar el aborto y a evitar la objeción de conciencia lo que atenta contra la libertad religiosa, la objeción de conciencia o el ejercicio de la profesión médica:

El Grupo de Trabajo recomienda que los Estados:

a) Garanticen el acceso a una gama completa de información y servicios de anticoncepción para mujeres y niñas, incluidos los anticonceptivos de emergencia, y aumenten la disponibilidad de estos en situaciones de crisis;

b) Despenalicen el aborto, amplíen el acceso a los servicios de aborto seguro, que incluyan el aborto médico y la atención posterior al aborto, y eliminen las barreras legales al aborto en situaciones de crisis;

e) …. eliminen los requisitos que dan lugar a retrasos o denegaciones de la atención de salud sexual y reproductiva y menoscaban la autonomía de las mujeres y las niñas, como los requisitos que exigen el consentimiento de terceros y la aprobación de juntas médicas, y adopten disposiciones contra las denegaciones de atención basadas en la conciencia o la religión.

Habrá muchos que piensen que la reunión entre Biden y Putin es muy influyente ya que puede mejorar el comercio, la geoestrategia y la política mundial o, por el contrario, desencadenar una Tercera Guerra Mundial. Teniendo en cuenta eventos poco probables podemos ir a la «política de todos los días». Esa se decide muy frecuentemente en Ginebra, la capital de los derechos humanos, allá donde la ONU toma las decisiones que influencian las legislaciones, acciones, informes y educación mundial. Pudieran parecer instituciones lejanas, pero no nos debemos dejar engañar. La legislación, desarrollo legislativo o políticas de España y de otros países hispanoamericanos vienen de la ONU, el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra y de sus expertos u órganos.

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Rubén Navarro es abogado y licenciado en Administración y Dirección de Empresas. Le encanta viajar y comunicarse con amigos de otras culturas e idiomas, además de un buen café por la mañana. Habla inglés, francés e italiano. En Ginebra desde 2011, ha trabajado con diplomáticos, legisladores y ONG en la defensa de la familia, la vida y la libertad religiosa en el Consejo de Derechos Humanos dela ONU. Es autor de un capítulo en el libro ‘La Batalla por la Familia en Europa’, coordinado por Francisco José Contreras.