Los futuros padres Claire y Benjamin Martin esperaban ansiosos la llegada de su primer hijo. Sin embargo,en la semana 15 de embarazo, el médico les dio la noticia de que su hijo venía con síndrome de Down. La pareja australiana quedó desolada con la noticia y su ilusión por ser padres se desvaneció por un momento.
«El medico nos dijo que nos fuéramos a casa y pasáramos el día con nuestra familia», afirma Claire para Daily Mail. «Nos pasamos la noche llorando, para que mentir».
Algunas personas creen que La Sexta da información.
Suscríbete a Actuall y así no caerás nunca en la tentación.
Suscríbete ahora«Cuando les dije que estaba embarazada de un bebé Down muchos lloraron, me abrazaron y me dijeron ‘lo siento’… hasta nos llegaron a dar el pésame»
Los Martin le dieron la noticia a sus familiares, pero lejos de animarles, sintieron lastima por el diagnostico del medico. «Cuando les dije que estaba embarazada de un bebé con síndrome de Down muchos lloraron, me abrazaron y me dijeron ‘lo siento’… hasta nos llegaron a dar el pésame», cuenta el padre.
El único consejo que obtuvo este matrimonio de parte de sus familiares es que tomaran la decisión que quisieran. «Incluso una persona llegó a decirme: ¿si fuera un perro, que harías?», relata la madre.
Después de las reacciones de sus familiares, Claire y Benjamin se plantearon por primera vez el aborto y tras dos semanas de meditarlo tomaron la decisión de acabar con la vida de su hijo.
En la sala de espera del abortorio, Benjamin le dijo a su mujer: «¿Qué estamos haciendo aquí?, Vámonos a casa no podemos matar a este bebé»
Concertamos una cita en el abortorio y cuando estábamos esperando en la sala de espera, miré a mi marido y me dijo: ‘¿Qué estamos haciendo aquí?, Vayámonos a casa, no podemos matar a este bebé'».
Claire se sitió aliviada de que su marido tomara la decisión por ella. «Necesitaba que alguien me dijera que estaba a mi lado y mi marido nos infundió valor».
Ahora, los padres ven porqué llegaron a pensar en el aborto como opción. «Nos dejamos llevar por la reacción de la gente a nuestro alrededor, pero lo puedo entender porque en verdad, falta mucha educación sobre el síndrome de Down», afirma la madre.
Xavier nació de manera prematura
Aún así, el embarazo de Claire no fue fácil, estuvo acompañado de mucho estrés y debido a varias complicaciones médicas el bebé nació de manera prematura.
Finalmente, Claire dio a luz a un nino, al que llamaron Xavier. «Cuando le vi por primera vez me enamoré inmediatamente, enseguida le cogí en mis brazos y pensé ‘Es precioso’, pero teníamos que esperar a que llorara, algo que le costó como 10 segundos. Sin duda fueron los 10 segundos más largos de mi vida».
Xavier finalmente lloró y sus padres solo sintieron amor, «todos los problemas de los últimos meses se nos olvidaron de golpe», ha asegurado su madre.
La familia de este matrimonio conoció al pequeño y le aceptaron nada más verle al comprobar la alegría que había traído a sus padres.
En una ocasión Claire escuchó como una compañera comentaba:»Es el bebé más horrible que he visto en mi vida»
Sin embargo, no todo el mundo es capaz de ver a un bebé con síndrome de Down como un regalo. Claire ha tenido que soportar comentarios ofensivos en más de una ocasión. «Una mujer en la clase de baile a la que voy comentó con otras compañeras el aspecto de mi bebé y aunque se pensaron que no las estaba oyendo, escuché como dijo: ‘Es el bebé más horrible que he visto en mi vida'».
Claire: «Mi mundo son mi hijo y mi marido, el resto de personas ya no importan»
Claire reconoce que el comentario le ofendió, pero en el fondo le dio valor para no pensar en la opinión de los demás. «A partir de ese momento me centré exclusivamente en mi hijo, me necesita y siempre le protegeré, mi mundo son él y mi marido, el resto de personas ya no importan».
Esta familia sabe que tomó la decisión correcta al abandonar el abortorio y apostar por la vida de su hijo. «No me arrepiento en absoluto, no entiendo porqué me asusté tanto cuando el médico me dio la noticia de que mi hijo venía con síndrome de Down, es un bebé normal, igual que cualquier otro, y vamos a amarlo sin importar las consecuencias».
