El matrimonio, el mejor antídoto contra la pobreza

    A pesar de que hoy se celebran 60.000 matrimonios menos que en 1990, el matrimonio sigue siendo el remedio más eficaz contra la crisis económica. ¿El secreto? Según los expertos una familia ahorra más y despilfarra menos.

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    Celebración de un matrimonio / Wikimedia
    Celebración de un matrimonio / Wikimedia

    Ha sido quizá la mayor lección de la crisis española: la familia es el mejor baluarte contra la depresión económica. Y se ha demostrado en todas sus vertientes. Jóvenes que ya no podían pagar el alquiler han encontrado refugio bajo el techo paterno, abuelos que han mantenido a sus nietos, hermanos que se han ayudado cuando uno se ha quedado en el paro…

    Miles de españoles han encontrado en la familia la solución a sus problemas económicos. El economista Alejandro Macarrón, autor de El suicidio demográfico, sostiene que en una economía de escala, a igualdad de factores, la familia siempre generará riqueza.

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    Una sociedad con un mayor número de familias garantiza el empuje económico. Es la tesis principal de Macarrón, que afirma que una familia genera economía de escalas porque cría a la siguiente generación. «Cuanto mayor es una familia, más riqueza genera», declara a Actuall.

    Y no sólo repercute favorablemente en la economía, porque hay algo más allá del dinero: son los valores que transmite la familia. «Una familia con hijos cuida más los recursos, es más responsable, ahorra más y despilfarra menos. Incluso un matrimonio sin hijos es bueno para reducir la pobreza», señala Macarrón.

    «Una familia con hijos cuida más los recursos, es más responsable, ahorra más y despilfarra menos», asegura Alejandro Macarrón

    El día a día de una familia implica múltiples gastos en distintas áreas. Sobre la vivienda, hay una verdad irrefutable: cuanto mayor es la casa, decrece el coste por metro cuadrado. «En un elevado porcentaje de casas se pueden acomodar uno o varios hijos más con coste incremental nulo», estima.

    La mentalidad del ahorro

    Lo mismo se puede decir sobre la ropa de los hermanos. En el caso de que éstos sean del mismo sexo se pueden reutilizar gran parte de las prendas e incluso del calzado. A mayor número de hijos el coste por nino también decrece en combustible, juguetes, vacaciones o en libros de texto.

    Esa mentalidad -la del ahorro- es muy beneficiosa para la economía. «La acumulación de patrimonios familiares es buena para la economía, ya que supone un extra de ahorro frente al comportamiento de individuos que sólo están abonados al carpe diem, y esa riqueza acumulada es buena para las propias familias y para todos».

    Traducido a la vida real, un matrimonio ahorrador podrá conceder a sus hijos el aval para un crédito hipotecario o la entrada de un piso. En la España de hoy muchos jovenes han podido acceder a su primera vivienda gracias a la ayuda de sus padres.

    Eduardo Hertfelder, presidente del Instituto de Política Familiar, establece una relación directa entre el descenso del número de matrimonios, el aumento de divorcios y el aumento del riesgo de pobreza. El mantenimiento de la unidad familiar, además de un soporte económico, es un contrapeso de problemas sociales -el paro, las enfermedades, la falta de vivienda, la drogodependencia o la marginalidad-. «Sin familia, estos efectos de amortiguamiento no se puedan dar, dejando a las personas solas ante sus problemas», asegura Hertfelder.

    Por eso las rupturas familiares tienen siempre efectos secundarios, entre ellos, los de carácter económico. «Además de dramas, fracasos personales y desgarros humanos que producen tanto en los cónyuges como en los hijos, produce un efecto económico adverso para los cónyuges con el consiguiente riesgo de pobreza».

    Lo dice hasta el Papa Francisco

    Estas consecuencias económicas merman por separado la solvencia del hombre y la mujer. A los gastos propios de casa, comida y mantenimiento de hijos, el marido deberá facilitar a su exmujer una cantidad mayor en el caso de que ésta no trabaje.

    El matrimonio no pasa por su mejor momento en España, y así lo confirman los datos: el 30% acaba en divorcio. El Foro Español de la Familia calcula que la tasa de abandono escolar es de un 25% en ninos de padres divorciados, mientras que el porcentaje baja al 10% en hijos de padres no divorciados.

    La tasa de abandono escolar es de un 25% en ninos de padres divorciados, mientras que el porcentaje baja al 10% en hijos de padres no divorciados

    Pero hay más. El 60% de los ninos de padres divorciados necesitará tratamiento psicológico. Además el 50% tendrá problemas con el alcohol o las drogas antes de los 15 años. Tampoco salen bien parados respecto a su padre, con el que tienen una relación conflictiva en un 65% de los casos.

    En este punto ya incidió con contundencia el Papa Francisco el pasado 17 de noviembre: «El declinamiento de la cultura del matrimonio está asociado a un aumento de la pobreza y numerosos problemas sociales que hieren de manera desproporcionada a las mujeres, los ninos y los ancianos. Y son siempre ellos los que sufren más, en esta crisis».

    Una cultura individualista y hedonista

    En las últimas décadas la familia ha sufrido una crisis propia, entre otras cuestiones, por el incremento de los divorcios. El número de matrimonios sigue en caída mientras que aumentan las rupturas familiares. En 1990 se celebraron 220.533 matrimonios, mientras que en 2014 fueron 158.425. O sea, más de 60.000 menos.

    «España se está convirtiendo en una sociedad desestructurada, de individuos sin ningún tipo de interrelación. Es una sociedad a la baja, deshilachada. Los datos de nupcialidad y de ruptura familiar en España así lo constatan», recuerda Hertfelder.

    «España se está convirtiendo en una sociedad desectructurada, de invididuos sin ningún tipo de interrelación», señala Eduardo Hertfelder

    En 2014 el número de demandas de disolución matrimonial fue de 133.441, un 6,9% más respecto a las 124.797 de 2013, según la Sección de Estadística del Consejo General del Poder Judicial. Las demandas de divorcio pasaron de las 117.935 de 2013 a las 126.400 de 2014, un aumento del 7,2%. Del total de demandas de divorcio, 75.795 fueron de mutuo acuerdo, un 7,8% más que en 2013, y las no consensuadas fueron 50.605, un 6,3% más que el año anterior.

    Si en 1998 se produjeron 35.834 divorcios, en el año 2014 la cifra fue de 126.400, un aumento de casi 90.000

    El descenso de matrimonios es paralelo al aumento de divorcios. Si en 1998 se produjeron 35.834 divorcios, en el año 2014 la cifra fue de 126.400 un aumento de casi 90.000. ¿Cuáles son las causas de este fenómeno?

    Conciliar la vida laboral y familiar

    Eduardo Hertfelder apunta a diversos factores entre los que destaca el predominio de una cultura individualista y hedonista que provoca una equivocada concepción teórica y práctica del valor de la vida humana. «Se considera a la institución familiar como una estructura alienante que coarta la libertad del ser humano».

    De acuerdo con esta última afirmación, el matrimonio tendría la categoría de un contrato, mientras que el divorcio sería casi el único y más fácil remedio para solucionar las crisis matrimoniales. Se considera que el compromiso de por vida resulta imposible y que, por tanto, no vale la pena arriesgarse.

    El presidente del Instituto de Política Familiar advierte además de otras cuestiones externas como causas del declive del matrimonio. Entre ellas, el déficit de la conciliación de la vida laboral y familiar, la carestía de la vivienda, el ataque directo a la institución familiar o el descenso de la natalidad, que en realidad sería consecuencia del declive del matrimonio.

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    Licenciado en periodismo por la Universidad CEU San Pablo de Madrid. Tomó la alternativa en Intereconomía -semanario Alba, La Gaceta, Los Últimos de Filipinas, Dando Caña, 12 Hombres sin vergüenza- de la mano de Gonzalo Altozano y Kiko Méndez-Monasterio, de los que aprendió incluso algo de periodismo. Más tarde escribió para los digitales La Información y Periodista Digital. Viajó a Irak antes que a Roma, le apasionan la Historia y la tauromaquia. Nazareno de Sevilla.