
Después de lograr el derribo de la Cruz de piedra situada en Callosa de Segura, el Ayuntamiento de la localidad ha centrado sus esfuerzos en acosar a Teresa Agulló, la vecina que desde hace unos días proyecta cada noche una silueta del monumento desmontado sobre la pared de la iglesia, con permiso del párroco.
Ser la vecina que se ha prestado a proyectar desde su casa la cruz le está valiendo una denuncia diaria por parte del Ayuntamiento, ya lleva cerca de una quincena, supuestamente amparadas en la Ordenanza reguladora de los usos de la vía pública.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraBasta echar un vistazo a la ordenanza para exponer algunos datos que demuestran que las multas del Ayuntamiento no se ajustan a derecho y suponen un acoso en toda regla contra Teresa Agulló.
1.- Desde una casa particular. La proyección de la silueta de la cruz se está realizando desde una casa particular y no desde un establecimiento de restauración u hostelería al que hace referencia el artículo 106 de la ordenanza de usos de la vía pública.
2.- La trampa del Ayuntamiento. La plataforma Ciudadana en Defensa de la Cruz asegura que la oferta del Ayuntamiento para que pidan los permisos es tramposa, en la medida en que sólo los pueden acogerse a la normativa «personas físicas o jurídicas titulares de establecimientos de restauración». Evidentemente, el balcón de doña Teresa no lo es.
3.- No hay «instalaciones» en la vía pública. Por reiterativo que parezca, hay que insistir en el hecho de que el proyector está en el interior de una casa particular y no hay ningún aparato instalado en la vía pública, tal y como se explicita en algunas de las deuncias.
4.- Luces contra la luz. Antes incluso de comenzar a multar a Teresa Agulló, el primer impulso del equipo de gobierno municipal fue encender unos focos de gran potencia y dirigirlos contra la fachada de la iglesia, con la idea de difuminar la silueta de la cruz. Una actitud «torpe e infantiloide, de revancha y desquite» con la que «dejaron de manifiesto sus falaces intenciones», según denuncia la Plataforma.
«No vamos a cejar en nuestro empeño de la Defensa de la Cruz de Callosa y que seguiremos luchando por un objetivo único: La Cruz volverá», aseguran los vecinos
5.- Cambio del artículo «infringido». El Ayuntamiento es consciente de que su actuación contra la proyección de la cruz es cuando menos, dudosa en su legalidad, puesto que comenzaron multando por un artículo, el 110.11 sobre obligaciones de los titulares de establecimientos de restauración y hostelería y ahora lo hacen según el 129.1.2, alegando que se trata de una «actividad de publicidad audiovisual sin la correspondiente autorización administrativa».
6.- Una anciana de 80 años. En una declaración reciente de la Plataforma en Defensa de la Cruz, se denuncia la «persecución religiosa» del equipo de gobierno concretada en primera instancia en la cruz de piedra y, una vez derribada, en Teresa Agulló. «Denunciamos la desproporción (…) así como lo ruin y mezquino de cebarse con una persona con más de 80 años de edad, buscando la intimidación, la coacción y el amedrentamiento que su pone el uso de la fuerza pública y el monopolio del poder ejecutivo-recaudatorio».
7.- Acusaciones de manifestación ilegal. El Ayuntamiento acusó a los vecinos de «manifestación ilegal», pese a que en ningún momento la Subdelegación del Gobierno, competente en la materia, haya dicho semejante cosa. Como bien dicen desde la Plataforma, «sería un esperpento tener que pedir permiso para cualquier encuentro de personas en los espacios de la vía pública, al salir de misa, tras una boda… y tantos supuestos que rozarían el absurdo».
Por estos y otros motivos, cerca de 25.000 ciudadanos ya se han solidarizado con Teresa Agulló y los demás defensores de la Cruz de Callosa, que subrayan que «nunca más van apoder arrebatarnos lo más preciado: nuestra fe. Una fe que nos mueve aluchar por la verdad y la justicia» y por la que «no vamos a cejar en nuestro empeño de la Defensa de la Cruz de Callosa y que seguiremos luchando por un objetivo único: La Cruz volverá».