Hollywood defiende la eutanasia con la película 'Yo antes de ti'

Las redes sociales se han incendiado con mensajes de critica hacia la película ‘Yo antes de ti’ protagonizada por el actor Sam Claflin y la famosa actriz que interpreta a khaleesi en Juego de Tronos, Emilia Clarke.

Aunque Hollywood ha presentado la película como la gran apuesta de este verano, en realidad es otra pieza del puzzle más a la propaganda de la muerte. La película camuflada de drama romántico, es en realidad una apología de la eutanasia, cuando el protagonista decide suicidarse y dejarle toda su fortuna a su asistente.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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En el filme, basado en el best seller de Jojo Moyes, el personaje de Claflin es Will Traynor, un exbanquero de éxito londinense, que tras un accidente de coche, queda recluido a una silla de ruedas.

Para el protagonista la única opción es el suicidio

Al quedar tetrapléjico, la autoestima y el animo de Traynor se evaporan y la única opción que plantea para su nueva condición es el suicidio. Hasta que conoce a Louisa, el personaje de Clarke, una joven de campo perteneciente a la clase media, a quién decide contratar como su asistente personal.

La película muestra una gran dualidad. La determinación y optimismo de Louisa logran que Will comprenda que la vida es algo que merece la pena vivir y hasta viven un romance. Sin embargo, al terminar el filme Traynor decide suicidarse porque no puede convivir con su discapacidad y le deja toda su fortuna a su asistente.

La película que se estrenó el 23 de mayo en Estados Unidos, llegará a España el 1 de julio, provocó una gran respuesta en la comunidad provida, quienes han denunciado que la película está mostrando mensajes contra la vida como que «la muerte de personas discapacitadas benefician a los de su alrededor» o que «los discapacitados están mejor muertos».

Todos estos mensajes se trasladaron al actor Sam Claflin durante un chat en abierto con sus fans que organizó la productora de la cinta, Metro-Goldwyn-Mayer. Desde Twitter cientos de personas criticaron el mensaje de la película y abordaron al actor en contra de la eutanasia.

El encuentro no fue como la productora esperó y ante el aluvión de críticas, se vieron obligados a terminarlo veinte minutos antes de la hora programada.

Entre los twits se podían encontrar mensajes como, «¿De verdad quieres que vivamos con valentía o quieres que muramos rápido?».

«¿Crees que el suicidio es una opción válida y razonable para las personas con discapacidad?» criticaba otro usuario.

Pero la comunidad provida ha creado además, diferentes mensajes publicitarios a favor de la vida denunciando que actualmente el estado da más ayudas para promover la eutanasia que programas de inserción a los discapacitados.

La comunidad provida critica las ayudas de eutanasia/Twitter
La comunidad provida critica las ayudas de eutanasia/Twitter
Propaganda contra la película 'Yo antes de ti'/Twitter
Propaganda contra la película ‘Yo antes de ti’/Twitter

El famoso activista neoyorkino a favor de los discapacitados, Dominick Evans ha desmontado a la película con cinco argumentos. Evans quedó recluido a una silla de ruedas en 2003 por una lesión en la médula espinal. Su sueño de ser actor se vio truncado, pero ahora como crítico de cine y activista lucha para que las películas sigan trasmitiendo buenos valores.

Además, Actuall ha hablado con el doctor Jacinto Bátiz, Jefe del Área de Cuidados del Hospital San Juan de Dios de Santurce de Vizcaya quién reafirma la opinión de Evans.

Dominick Evans, discapacitado y activista/Twitter
Dominick Evans, discapacitado y activista/Twitter

1. El discapacitado está mejor muerto

No es la primera vez que la industria del cine juega el papel de juez con sus películas. Los largometrajes como Million Dólar Baby, Gatacca o Mar Adentro han sido los precedentes de marketing que han introducido en la sociedad la «valentía» de un hombre y su lucha contra el Estado para morir.

Con este mensaje se enseña desde la gran pantalla que si eres discapacitado tu vida es de segunda clase, no hay dignidad posible más allá de la del suicidio asistido.

Para Evans el film muestra «una estudiada historia de amor, muy propia de los guionistas hollywodienses, pero al mismo tiempo el protagonista sigue insistiendo en su deseo de suicidarse, una dualidad difícil de asimilar para el público sensato».

Todavía no hemos evolucionado, las películas cambian, pero el mensaje es el mismo: el discapacitado está mejor muerto»

«Hollywood no sabe como contar historias sobre la discapacidad y siempre cae en los mismos estereotipos que creen que funcionan. Todavía no hemos evolucionado, las películas cambian, pero el mensaje es el mismo: el discapacitado está mejor muerto», asegura el activista.

El doctor Bátiz asegura que Hollywood y todo el cine europeo en general siempre va a la parte emocional de la discapacidad. «Por ejemplo, con la película Mar adentro interesaba poner en bandeja a la opinión pública para que ésta, dejándose llevar emocionalmente por la situación de Ramón San Pedro, se posicionara a favor de la eutanasia. En España, fue esta película la bandera de la eutanasia durante muchos años»

Dr. Bátiz: «Ninguno de los tres pacientes que trato me han pedido que acabe con ellos cuanto antes; todo lo contrario desean seguir viviendo para seguir disfrutando de la vida»

Además el doctor asegura que en su hospital hay tres pacientes con las mismas lesiones que el protagonista de «Yo ante de ti» y «ninguno de los tres me han pedido que acabe con ellos cuanto antes; todo lo contrario desean seguir viviendo para seguir disfrutando de la vida. Estos mensajes también habría que dar en el cine, cómo se adaptan estas personas a sus grandes discapacidades».

2.  La vida del discapacitado no tiene sentido

«Tenemos que dejar de hacer películas acerca de matar a personas con discapacidad, estamos cansados de este estereotipo, los discapacitados tenemos derecho a vivir, al igual que todo el mundo», ha afirmado el activista, desde su página web, domnickevans.com.

Evans defiende la idea de que en el cine se menosprecia la vida de los discapacitados. «Hacen creer que no somos felices, que nuestra vida no tiene sentido», pero al contrario que en el cine, Dominick defiende la idea de que con apoyo, amor y oportunidades todos los discapacitados pueden encontrar una nueva forma de vivir con su discapacidad. «Nuestra dignidad, nuestro valor como personas y nuestras ganas de vivir no se acaban porque necesitemos una silla de ruedas», sentencia.

3.  La diferencia entre clases y el dinero

Otro aspecto que sale a relucir es la diferencia de clases sociales en la película. Dominick opina que aunque debería ser un hecho más que superado en el cine, lo cierto es que sigue siendo un estereotipo muy demandado. «Llama la atención que el tetrapléjico es el multimillonario y la asistente personal es una chica avispada de clase media y llama más aún la atención que después de suicidarse, ella se queda con su fortuna».

«La discapacidad del protagonista se utiliza solo como medio para que el otro personaje se enriquezca. La película no sabe transmitir un mensaje positivo sobre cómo vivir con una discapacidad y defiende que la muerte de alguien beneficia a los de su alrededor. Aunque sea una historia de amor, para ella es mejor si el muere, porque sale ganando».

4. Hollywood debería documentarse mejor

Bátiz afirma que «Hollywood debieran documentarse mejor sobre los temas y evitar los sesgos que puedan tener los guionistas de las película. En estos casos, habría que transmitir a los espectadores lo que profesionalmente hay que hacer: no abandonar a estas personas, cuidarlas, evitarlas cualquier síntoma que les provoque sufrimiento, evitar tratamientos que sean inútiles y respetar su negación a otros tratamientos, a sabiendas que dicha negación les conduciría a la muerte».

Para Dominick tratar el tema de la depresión es algo normal, «todo el mundo que ha pasado por una silla de ruedas ha pasado por una fase en la que ha necesitado ayuda psicológica para aprender a vivir con esta condición». Sin embargo el activista opina que Hollywood «generaliza esa condición y la ensalza hasta el punto de que la gente piensa realmente que ser discapacitado es el fin del mundo».

«Podemos mostrar con nuestro ejemplo que no somos personas deprimidas, ni hurañas y tenemos muchas ganas de vivir»

Para el activista ser discapacitado «es otra manera de vivir, puedes ser exitosos, sentirte realizado y feliz al igual que otra persona. Puede que no podamos cambiar la narrativa en las películas sobre la discapacidad, pero podemos mostrar con nuestro ejemplo que no somos personas deprimidas, ni hurañas y tenemos muchas ganas de vivir».

5. Hay vida después de la discapacidad, sobre todo si el paciente recibe compañía y amor

Para Dominick este tipo de películas capta a un público adolescente al tratar una historia de amor. Por lo que opina que las nuevas generaciones están asimilando un concepto de discapacidad totalmente erróneo y difuso.

La comunidad provida lleva luchando muchos años para que sus derechos fueran reconocidos. «A principios del siglo XX los discapacitados estaban totalmente marginados, vivían encerrados en una habitación y la gente rehuía de ellos, pero con el trabajo de los activistas se logró que fueran a la escuela, que se reinsertaran en la sociedad y en el trabajo».

Pero parece que los esfuerzos están siendo en balde, después de un siglo de trabajo la sociedad sigue aprendiendo que los discapacitados viven bajo una depresión incurable y desean morir. «Es un mensaje muy dañino para la sociedad, hemos evolucionado para tolerar otras diferencias, pero en cuanto a la discapacidad seguimos anclados en el pasado y se utiliza el pretexto de la discapacidad para normalizar la idea del suicido asistido».

«A la sociedad hay que presentarle también la realidad de esas personas que con su discapacidad desean seguir viviendo adaptándose a sus limitaciones»

Por su parte el doctor Bátiz opina que «la cinematografía es muy importante en la formación de masas, además tiene la virtud de abrir y propiciar el debate sobre temas tan delicados como este… pero también a la sociedad hay que presentarle la realidad de esas personas que con su discapacidad desean seguir viviendo adaptándose a sus limitaciones».

«Cada día, cuando me voy a casa me llevo muchos mensajes de mis pacientes como que, merece la pena seguir viviendo disfrutando de las pequeñas cosas como pueden ser ver el mar, oler una flor, oír cómo llueve, estar junto a tus seres queridos, sentirse una persona que aún les importa a los demás a pesar de estar tan incapacitados», sentencia el medico.

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