Muchas gracias por haber conseguido que la bandera española deje de ser considerada un objeto extraño no identificado para pasar a ser elemento constitutivo de nuestras ventanas y balcones. Con el que, por cierto, de repente se identifica cada vez más gente. Moltes gràcies, muy honorable turista accidentado.
Muchas gracias por haber llenado de gente las calles de Barcelona y de toda España. De gente gritando obviedades como la de que debes estar en la cárcel cuanto antes, y cuanto más tiempo, mejor.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraDe gente emocionada porque era la primera vez que salía a la calle a decir lo que pensaba. A sentirse libre.
Muchas gracias por habernos proporcionado esa medicina, las banderas, la libertad en la calle, el remedio que sin saberlo tantas personas necesitaban para empezar a limpiarse toda la mierda que el nacionalismo catalán nos ha estado echando encima durante décadas.
Muchas gracias, banda de los fugados, por hacernos reir tanto al escuchar vuestras, digamos, ideas. Hace 10 años escribías que el nacionalismo defendía que María Magdalena, Cervantes, Colón o Leonardo da Vinci eran catalanes y te tachaban de manipulador.
Gracias por abrirle los ojos a tantos compatriotas, que empiezan a ser conscientes de que el “estado de las autonomías” es una basura de la que conviene desembarazarse cuanto antes
¡Gracias, jefe de los malhechores, porque entre todos habéis conseguido que hoy ya nadie dude de vuestro coeficiente intelectual!
Denunciabas panfletos como el Avui, donde el nacionalismo catalán difundía que “hablar español es de pobres” y promovía el odio más pestilente, los sentimientos más kukuxklan, los insultos más burdos, y te decían que estabas promoviendo el odio.
Escribías que el nacionalismo catalán es violento y provoca dolor, división, enfrentamiento y sufrimientos, y te tachaban de apocalíptico.
¡Gracias por hacer visible la increíble realidad opresora que habéis camuflado!
Gracias por crear Tabarnia y haberla hecho transitar desde la olvidada propuesta de un blog hace algunos años al movimiento más esperanzador y positivo de la última década.
Gracias por abrirle los ojos a tantos compatriotas, que empiezan a ser conscientes de que esa inútil, costosa y deficiente superestructura burocrática denominada “estado de las autonomías” es una basura de la que conviene desembarazarse cuanto antes, mejor.
Gracias, Puigde y todas las ratas cobardes que los habéis largado de España. Por favor, no volváis. O hacedlo solo esposados.
Cuando estéis en la cárcel os enviaré un libro que a vosotros os disgustará y a mi me alegra el día: “Tabarnia, la pesadilla de los indepes”. Lo ha escrito Jaume Vives, el del balcón de la calle Balmes, y lo ha publicado LibrosLibres, la editorial de ese señor que tiene más redaños que Hernán Cortés cuando le pegó fuego a los barcos.