Stanley G. Payne
Stanley G. Payne

España no nace con el Estado de las Autonomìas, en 1979, ni en la Cortes de Cádiz, de 1812, sino en tiempo de los visigodos (hace 1.600 años).

Y Cataluña no es más que una parte, que nunca ha sido independiente. En todo caso, la que fue independiente fue la Corona de Aragón (que englobaba a Cataluña) hasta que se unió al reino de Castilla, bajo los Reyes Católicos, en el siglo XV.

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Puigdemont y Junqueras debería oír a historiadores como el norteamericano Stanley G. Payne, uno de los más importantes hispanistas, que se atiene a los hechos y a los datos. Y que acaba de recordar algunas verdades de la Historia como las que encabezan estas líneas.

Lo ha hecho en una entrevista a ABC, con motivo de la presentación de su libro «En defensa de España» (editorial Espasa).

Con el órdago del golpista Pugdemont sobre la mesa, Payne explica en la entrevista que el independentismo carece de bases históricas.

«Se ha querido crear una Historia de Cataluña como nación independiente, pero esa no es la verdad histórica. Los catalanes siempre se han considerado españoles», Pero se ha modificado la Historia con fines políticos. De hecho, Cataluña formaba parte de la Corona de Aragón y no hubo catalanismo hasta el siglo XIX, y además con unas ideas que nada tienen que ver con las de los golpistas.

«Los primeros catalanistas autonomistas modernos, los políticos de la Lliga Regionalista no fueron independentistas. No querían separarse de España»

«Los primeros catalanistas autonomistas modernos, los políticos de la Lliga Regionalista,no fueron independentistas, explica el historiador. Lo que querían era «liderar España. No separarse de ella. Una actitud muy diferente y más positiva.»

Porque aquellos catalanistas veían Cataluña «como la región más avanzada, más moderna y con mayor capacidad económica de la España de su tiempo. Por eso querían ponerse a la cabeza del país» y no desconectar.

Respecto al concepto de España, no es un idea de las Cortes de Cádiz, ni mucho menos un invento del franquismo -como se desliza a veces en los manuales escolares de la Cataluña nacionalista-. Payne explica que «si la entendemos como una entidad más que geográfica, España empieza con los visigodos». Es decir, desde el siglo V de nuestra era.

Se consolida en la Edad Media «como una entidad religiosa y cultural, pero no política. Para que nazca como entidad política, o corona, es necesario esperar a la llegada de los Reyes Católicos». Y como nación moderna, con las Cortes de Cádiz.

Esa idea es capaz de entenderla cualquiera sin prejuicios. Y así lo han entendido incluso catalanistas o pensadores de izquierdas. Payne pone el ejemplo de Juan Negrín, líder socialista y jefe de Gobierno de la República durante la Guerra Civil  que era casi un nacionalista español de izquierdas. Decía textualmente que hay que asumir la historia de España con sus glorias y sus defectos. Que no se puede ser un líder izquierdista moderno del país sin aceptarla».

El libro ‘En defensa de España’ desmonta mitos apolillados de nuestra Historia, como la leyenda negra

El veterano hispanista, que llegó por primera vez a nuestro país en los años 60 para investigar el franquismo y la Guerrra Civil, es autor de numerosos estudios sobre el siglo XX español. Pero esta vez se ha remontado hasta el siglo III a.C. cuando llegaron los cartagineses, para hacer un ensayo global sobre el pasado de España.

El libro En defensa de España desmonta algunos de los mitos más apolillados de nuestra Historia, incluyendo la leyenda negra, que no tiene otra base que «el cliché, la simplificación, el reduccionismo y el maniqueísmo».

Payne desmiente también la imagen de atraso que, con frecuencia, ha arrastrado España. Y apunta que en el siglo XIX fue capaz de elaborar la Constitución de 1812 «más juiciosa y razonable que cualquiera de las redactadas durante la época revolucionaria francesa».

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