Llantos de bebés y gritos de madres desesperadas rodeaban este martes a una comitiva de personas representando a la muerte que empujaban cubos de basura rebosantes de cuerpos de bebés ensangrentados y descuartizados. Así han querido escenificar, a las puertas del Tribunal Constitucional, los voluntarios de Derecho a Vivir los 1.125.000 abortos que se han realizado -según datos oficiales- en España desde el año 2010. Junto a ellos, un numeroso grupo de voluntarios ha coreado los lemas “No más silencio” o “Legal o ilegal, el aborto mata igual”.
“Los magistrados del Tribunal Constitucional deben retomar cuanto antes la deliberación del recurso interpuesto hace once años por el PP contra la ley del aborto. Hoy, los grupos proaborto nos quieren hacer creer que estamos ‘celebrando’ el Día de Acción Global por el acceso al Aborto legal y seguro. Sin embargo, lo único que sabemos es que según las cifras del pasado año, hoy y cada día que pasa, un total de 272 niños serán abortados en España”, ha explicado Rosana Ribera de Gracia, coordinadora y portavoz de Derecho a Vivir.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahora“La escena que hemos representado es dura. Bebés, sangre, muerte y cubos de basura. ¿Qué creen que es el aborto? Señores magistrados: esto que hemos mostrado es un pálido reflejo del horror que provoca esa ley sobre la que ustedes, en su cómodo letargo, evitan pronunciarse”, ha declarado la coordinadora de Derecho a Vivir.
Aquí pueden ver imágenes de la escenificación.
En este sentido, ha anunciado que “Derecho a Vivir no va a parar hasta que el Constitucional no dicte sentencia”, tal y como lo han demandado 21.000 personas que, hasta el momento, han apoyado una campaña en la que se les pide al presidente, Juan J. González Rivas, y a la vicepresidenta, Encarnación Roca Trías, que no guarden más silencio.
Además, los servicios jurídicos de la asociación han presentado en el Tribunal Supremo una querella contra el actual presidente del TC, sus predecesores y contra el ponente del recurso, Andrés Ollero, por un presunto delito de prevaricación en su modalidad de retardo malicioso.
Así ha concluído Ribera de Gracia:
“Señores magistrados, vamos a ser su peor pesadilla. Si les ha parecido dramático que mostraremos bebés destrozados arrojados a las puertas de sus cómodos despachos les ruego que piensen por un momento en el más de un millón de niños a los que su silencio cómplice ha impedido vivir. Espero que no puedan dormir tranquilos mientras un solo niño sea abortado en España”.