Panorámica de la Asamblea General de las Naciones Unidas /Flickr
Panorámica de la Asamblea General de las Naciones Unidas /Flickr

El activismo provida y profamilia está de enhorabuena: con la reciente aprobación en la ONU de la Declaración Política sobre el VIH y el Sida se ha frustrado, una vez más, el insistente intento del poderoso lobby para que se contemplen como “derechos humanos” sus defendidos ‘derechos sexuales” o ‘reproductivos’.  Con ello, se frena la agenda ideológica para atentar contra el derecho a la vida, la familia y la libertad, al tiempo que se protege la soberanía de los Estados en una materia que escapa a la competencia de Naciones Unidas.

La Declaración política sobre el VIH y el Sida fue aprobaba el pasado miércoles 8 de junio en la ONU, dentro de la Reunión de Alto Nivel 2016 Sobre la Erradicación del SIDA, uno de los encuentros más influyentes de la comunidad internacional sobre la cuestión del VIH, que se celebra cada cinco años.

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Para entender lo que supone esta Declaración en relación a los valores innegociables, Actuall ha recabado el análisis de Alliance for Defending Freedom (ADF International), organización internacional experta en el desarrollo de estrategias legales integrales para proteger el derecho a la vida, el matrimonio, la familia y la libertad religiosa en todo el mundo.

Mostramos nuestro pleno respaldo al el objetivo subyacente de la Declaración Política aprobada este año, es decir, a poner fin a la epidemia de SIDA«,  señala  a nuestro diario la directora de Promoción de ADF International ante Naciones Unidas, Elyssa Koren.

Los ‘derechos reproductivos’ no son derechos humanos

Pero al  mismo tiempo, alerta de que este plausible fin “no excusa el que, desafortunadamente, el ONUSIDA, EEUU y algunos Estados tuvieran la oportunidad de incluir puntos polémicos”, en orden a avalar “agendas ideológicas” en materias relativas al derecho a la vida, la familia y la sexualidad, con repercusiones también sobre la libertad religiosa, “promovidas a expensas del sufrimiento humano de millones de personas que padecen el VIH / SIDA«.

Así, Koren lamenta las alusiones que incluye el texto a la «anticoncepción de emergencia» independientemente de la edad, al “aborto seguro” o la ausencia de un lenguaje relativo a la abstinencia o a la fidelidad conyugal, “que siguen siendo nuestros grandes caballos de batalla”.

Como contrapunto, Alliance for Defending Freedom celebra que “aunque algunos Estados lucharon de nuevo sin descanso por la inclusión de referencias a los ‘derechos reproductivos’ vinculadas a los derechos humanos, se rechazaron en última instancia, entendiendo que no son de ninguna manera competencia del organismo internacional ni materia de derechos humanos».

«Los Estados miembros comparten el hecho de que el comportamiento sexual responsable afirma la dignidad innata de cada persona y demuestra ser la vía más exitosa para detener el SIDA en los respectivos contextos nacionales”, explica Elyssa Koren

Aborto, conducta sexual y educación

Un éxito que se logró especialmente “por la resistencia de los países árabes, africanos y algunos otros, que insistieron en que el foco debe permanecer en el fin de acabar con el VIH / SIDA”, señala la directiva de este organismo internacional, que sin embargo lamenta que «por desgracia, estos países no demostraron la misma voluntad política para excluir las referencias al aborto”.

No obstante, como es norma en los documentos negociados de las Naciones Unidas, todas las referencias al aborto se hacen con la correspondiente referencia a las legislaciones nacionales, “lo  que precisamente sirve para proteger a los Estados miembros que protegen en sus leyes el derecho a la vida», celebra Koren.

Otro logro destacado por ADF es la referencia en el texto a «una conducta sexual responsable». “En este sentido, los Estados miembros comparten el hecho de que el comportamiento sexual responsable afirma la dignidad innata de cada persona y demuestra ser la vía más exitosa para detener el SIDA en los respectivos contextos nacionales”, valora la experta.

Sin embargo, Koren afirma que “lamentablemente los inexpertos lograron evitar cualquier referencia a la abstinencia o a la fidelidad en la Declaración, afirmando de forma incorrecta que dichos términos son representativos de un ‘experimento social fallido’”, afirma Koren.

Finalmente, celebra que aunque el texto modifica su formulación en referencia a la educación sexual, se ha obtenido una clara victoria frente al adoctrinamiento ideológico en la escuela, “por cuanto incluye la referencia a los padres y por la ausencia de un lenguaje ‘sexual’ vinculado a la educación”.

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