Podemos dar el Estado de derecho por sentenciado en España si el desafuero no es corregido y el daño no queda sin castigo. No es por revancha, ni por venganza partidista, sino por Justicia. Lo contrario sería un agravio para las más de 26.600 víctimas mortales.
Lo que hemos visto en estos 55 días de confinamiento -que se han cumplido esta semana- es que un Gobierno, el más dañino de la historia de nuestra democracia, ha puesto en peligro la integridad física de 47 millones de españoles, hundido la economía nacional y atropellado derechos y libertades fundamentales. Todo ello, sumado a las acusaciones de prevaricación y malversación de fondos, exige que respondan ante la Justicia.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLas víctimas, es decir los españoles, tenemos argumentos de sobra para pedir que rindan cuentas. Para no extendernos, sintetizamos algunos.
1.- Por no advertir del peligro del virus, a pesar de que lo sabían, desde principios de febrero.- No lo decimos nosotros, sino el propio ministro de Ciencia, Pedro Duque, que reconoció que sabían de la gravedad del Covid 19 desde principios de febrero, es decir mes y medio antes de tomar medidas.
Sin embargo, tanto el ministro de Sanidad, Salvador Illa, como el director del Centro de Coordinación de Alarmas Sanitarias, Fernando Simón, negaron esa gravedad durante todo el mes de febrero, mientras el virus circulaba libremente infectando a la población. Simón se pasaba las ruedas de prensa y las entrevistas quitando hierro al asunto, con frases como:
– “El coronavirus no es grave»;
-“La gente no se agobia con la gripe (…) Me sorprende este exceso de preocupación [por el Covid 19]»;
-”En estos momentos -decía en febrero-, el nivel de riesgo de España es relativamente bajo. No hay ninguna razón para alarmarse, está controlado”
-”El coronavirus es una enfermedad de muy bajo nivel de transmisión”.
-”Tiene una letalidad que no es desdeñable, pero no es tan grave como parecía”.
-”En nuestro país habrá fallecidos porque esta enfermedad produce un cierto nivel de letalidad».
Resulta inexplicable que alguien como el doctor Simón, veterano especialista en epidemiología con experiencia en el estudio de la gripe, el ébola, el zika, la listeriosis, dijera lo que dijo.
¿Cómo es posible -se preguntan muchos españoles- que no haya dimitido un señor que hablaba de “cierto nivel de letalidad” cuando España es el país del mundo con más fallecidos por coronavirus en relación a su número de habitantes?
2.- Por promover irresponsablemente el contagio masivo, al no recomendar a la población que no fuera a la manifestación del 8-M. Ante la pregunta de qué le recomendaría a su hijo si quisiera acudir a la manifestación, Fernando Simón respondió: “que haga lo que quiera”.
Sánchez no movió un dedo por desconvocar las manifestaciones, a pesar de que el Departamento de Seguridad Nacional (DSN) alertó de que el incremento “mayor de lo habitual” de casos por coronavirus
3.- Por supeditar la integridad física de los españoles a la ideología (feminista) y no tomar medidas hasta que no se celebró el 8-M. Ya el 31 de enero, el Gobierno había aceptado una recomendación de la OMS para promover medidas de «distanciamiento social» para contener la pandemia. Entonces firmó una valoración de la declaración del brote de nuevo coronavirus 2019 (n-CoV), una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (ESPII). Sin embargo esperó que pasara el 8-M, que congregó a miles de personas (120.000 personas en Madrid y 50.000 en Barcelona), para imponer medidas de distanciamiento.
Un día antes, el Departamento de Seguridad Nacional (DSN) -órgano de asesoramiento del Gobierno- alertó a Pedro Sánchez de que el incremento de casos por coronavirus era «mayor de lo habitual» en España. Y Sánchez no movió un dedo por desconvocar las manifestaciones. No comenzó a tomar las primeras medidas hasta el lunes 9 de marzo: limitación de movilidad y cierre de fronteras con Italia. ¡Qué casualidad!
4- Por exponer, sin medidas de protección, a médicos, enfermeros y sanitarios, que se están jugando la vida por salvar a los ciudadanos. El balance, hasta ahora, es de 60 muertos, y otros muchos gravemente enfermos en la UCI. Son numerosas las demandas de médicos y sanitarios contra el Gobierno por poner en riesgo su seguridad. Los colegios de médicos han pedido al Ejecutivo que reconozca al coronavirus como enfermedad profesional,
5- Por poner en peligro de muerte los ancianos de las 5.457 residencias de España. Al negar su hospitalización y tratamiento. 17.000 de ellos han fallecido por Covid 19.
6.- Por imponer un estado de excepción disfrazado de estado de alarma. Según explica la exfiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, en su artículo La sociedad cautiva “constituye un ejercicio antidemocrático de poder la imposición encubierta, y sin el control interno y europeo, de un verdadero estado de excepción, en el que se restringen severamente los derechos, bajo cobertura de la prórroga del estado de alarma que garantiza al Gobierno el mando único en la fase aguda de la excepcionalidad y en la vuelta a la ya imposible normalidad”.
El artículo -que invitamos a leer en su totalidad, pues no tiene desperdicio- es el mejor antídoto contra el virus liberticida del Gobierno, ya que se trata de un alegato, de gran rigor jurídico, en defensa de la democracia, amenazada por unos gobernantes de tintes autoritarios y orwellianos.
7.- Por la imposición de distintas formas de censura. Al filtrar las preguntas de periodistas en las ruedas de prensa; perseguir a los medios, con la excusa de las fakenews; o cerrar el portal de transparencia, al tiempo que ayuda económicamente a televisiones afines, como el duopolio (Mediaset y Atresmedia), lo que Consuelo Madrigal llama en su artículo “medios de comunicación vasallos”.
8.- Por sostener durante casi dos meses que no era necesario el uso de mascarillas -sólo las recomendaban a los que estaban infectados, pero no al resto de la población-. A principios de abril el Gobierno cambió de criterio y dijo que su uso era necesario. Su irresponsabilidad ha puesto en peligro a millones de ciudadanos.
9.- Por malversar (supuestamente) fondos por valor de más de 50 millones de euros en la compra a China de batas, geles y guantes.– El presidente Sánchez y el ministro Illa han sido denunciados ante la Fiscalía Anticorrupción por «presuntos delitos de prevaricación, malversación, fraude y delitos de corrupción en las transacciones comerciales internacionales«. Primero, porque en lugar de recurrir a empresas españolas, el Gobierno compró ese material a un precio más caro a empresas chinas. Y segundo, porque no se sabe a dónde ha ido a parar el dinero malgastado, como señala la denuncia.
10.– Por no desvelar los nombres del comité de expertos que asesoran al Gobierno en la desescalada. Al negarse a hacerlo incumple la Ley General de Salud Pública: «será pública la composición de los comités o grupos que evalúen acciones o realicen recomendaciones de salud pública” (art. 11).
El Gobierno reduce significativamente el número de nuevos fallecidos en las estadísticas que remite a la OMS
11.- Por falsear las cifras de la desescalada.– El Gobierno manipula la cifra de muertos por Covid 19 en los datos que remite a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Reduce significativamente el número de nuevos fallecidos con respecto a lo que el propio Ejecutivo admite en las estadísticas nacionales. Desde mediados de abril ha ido reduciendo el número de fallecidos (en un 20%) para que la OMS autorice la desescalada, como explica el periodista Carlos Cuesta.
12.- Por iniciar la desescalada desconociendo el mapa real de infectados y susceptibles.- A diferencia de otros países, como Alemania o Portugal, en España vamos a ciegas y la desescalada parece obedecer más a razones electoralistas -hay que reanudar la actividad para que la economía no se hunda más- que a sanitarias. La forma de hacerse una idea de lo extendido que está el virus en la población es mediante los tests.
Según los epidemiólogos, deben efectuarse dos tipos de test: uno en el que se detecta si una persona está infectada; y otro que detecta los anticuerpos contra el virus, el llamado test serológico. Este último, nos indica si una persona ha sido contagiada o no. Combinando los dos tipos de tests tendremos un mapa aproximado del porcentaje de población que es inmune y puede volver al trabajo, y del que aún debe quedarse en casa. En España carecemos de ese mapa.
…Y 26.600 razones más.- Todo ello sin contar con otras 26.600 razones (cuando se escriben estas líneas). 26.600 razones con nombres y apellidos.
