¿Operó el gobierno de Macri para ‘comprar’ votos en la votación del aborto en el Congreso?

    La sombra de la sospecha se cierne sobre el resultado de la votaci+on de la iniciativa de despenalización del aborto en el Congreso argentino. Presiones de ministros y una coincidente transferencia de recursos levantan preguntas.

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    Mauricio Macri, presidente de Argentina, en una comparecencia a mediados de junio de 2018. /EFE
    Mauricio Macri, presidente de Argentina, en una comparecencia a mediados de junio de 2018. /EFE

    La Cámara de Diputados de Argentina aprobó por sólo cuatro votos de diferencia la legalización del aborto en el país: 129 parlamentarios votaron a favor, 125 en contra y hubo una abstención. Con ello la iniciativa obtuvo la media sanción que requería para continuar su tramitación, ahora, en el Senado.

    El presidente calificó el hecho como ‘histórico’. La mayor parte de los medios de comunicación lo han presentado como un avance y una victoria de la democracia. Pues bien, puede no ser eso, sino algo un poco más prosaico. Sobre el placardde la votación se cierne la sombra de la sospecha y apunta en una dirección: la Casa Rosada.

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    La maratónica sesión – de casi 23 horas ininterrumpidas – donde se debatió y votó la polémica ley que divide a la población argentina inició a las 11 horas del miércoles 13 de junio con una ligera ventaja para los diputados contrarios al proyecto: 125, de acuerdo con el conteo previo de la plataforma ciudadana Unidad Provida (UP).

    Había 122 favorables a la legalización del aborto y 8 indecisos. Los datos venían de la información divulgada por los propios legisladores y del cabildeo directo de los grupos provida. Se preveía una disputa muy cerrada, y a media tarde de ese día uno de los miembros de UP afirmaba que se estaba disputando cada voto, palmo a palmo.

    «En la votación efectuada el jueves 14, pocos minutos antes de las 10 horas, se quedaron con 125. El mismo número anunciado inicialmente por los providas. Pero había algo anómalo»

    La ventaja era pequeña, pero había cierta confianza de que algunos de los indecisos escucharían el clamor popular y rechazarían la iniciativa de ley. Y así fue.

    La ventaja era pequeña. Tres eventuales votos, pero había cierta confianza de que algunos de los indecisos escucharían el clamor popular y rechazarían la iniciativa de ley. Las multitudinarias marchas realizadas realizadas bajo el lema ‘Salven las Dos Vidas’ el 25 de marzo, el 20 de mayo y el 10 de junio eran una muestra clara de para dónde apuntaba el pueblo.

    Al paso de las horas los indecisos disminuían y la brecha se reducía. La ‘cosecha’ fue positiva. No todos se fueron con la ‘bancada abortista’. Al contrario: los provida ganaron a 3 de los 8: Gustavo Saadi, Gustavo Fernández Patri y Facundo Garretón. Una se abstuvo: Alejandra Vigo. Y 4 apoyaron la despenalización: Roxana Reyes, Juan Benedicto Vazquez, Facundo Moyano y José Luis Riccardo.

    La declaración de voto de Garretón, ya iniciada la madrugada del jueves 14, fue significativa, por expresar bien el ambiente que se vivia al interior del hemiciclo. Afirmó – com voz insegura pero sincera – que aunque tenía convicciones firmes, estuvo tentado a respaldar la ‘despenalización, pero que la manifestación maciza del pueblo de la provincia de Tucumán en favor de la vida le llevó a rechazar el proyecto.

    La ventaja era pequeña. Tres eventuales votos, pero había cierta confianza de que algunos de los indecisos escucharían el clamor popular y rechazarían la iniciativa de ley. Las multitudinarias marchas realizadas realizadas bajo el lema ‘Salven las Dos Vidas’ el 25 de marzo, el 20 de mayo y el 10 de junio eran una muestra clara de para dónde apuntaba el pueblo.

    Al paso de las horas los indecisos disminuían y la brecha se reducía. La ‘cosecha’ fue positiva. No todos se fueron con la ‘bancada abortista’. Al contrario: los provida ganaron a 3 de los 8: Gustavo Saadi, Gustavo Fernández Patri y Facundo Garretón. Una se abstuvo: Alejandra Vigo. Y 4 apoyaron la despenalización: Roxana Reyes, Juan Benedicto Vazquez, Facundo Moyano y José Luis Riccardo.

    Las cuentas favorecían a los provida

    Repito. Dos horas antes de la votación, el escenario marcaba una ventaja de dos votos para el bloque de rechazo del proyecto. Estaban 128 en contra, 126 a favor. Ese conteo previo parecía de tal forma inamovible que un grupo de diputadas feministas convocó una rueda de prensa en caracter de urgencia para pedir la intervención del Ejecutivo en favor de la despenalización. Eran en torno de las 8 de la mañana.

    La diputada Brenda Austin, del bloque oficialista dijo: «Alguien que impulsa el debate debería hacer un esfuerzo para convertir el proyecto en ley”. Sentían que habían perdido.

    De manera inesperadaun mensaje divulgado en Twitter por Sergio Ziliotto, evidenció un cambio de rumbo. En él, el diputado del Partido Justicialista (PJ), decía: «junto a Melina Delú y Ariel Rauschenberger, los 3 diputados nacionales peronistas por La Pampa votaremos a favor de la despenalización del aborto». Eran las 8:11 horas.

    Según fuentes de la Cámara, también diputados del bloque oficialista recibieron presiones de Fernando de Andreis, secretario general de la Presidencia, y de Rogelio Frigerio, titular del Interior

    Ziliotto, se había manifestado, 48 horas antes, favorable a la despenalización a través de un comunicado. No era sorpresa. En cambio Melina Delú y Ariel Rauschenberger eran contabilizados como contrarios al aborto.

    El miércoles, en torno de las 21 horas, Rauschenberger había dicho a una militante provida, a través de WhatsApp, que ya «había decidido votar por las dos vidas desde hace tiempo» y le pedía que informara a sus contactos que podían estar tranquilos: «Estoy con ustedes».

    ¿Qué motivó el cambio? De acuerdo con testimonios recogidos por Actuall hubo un encuentro en las primeras horas de la mañana que propiciaron el ‘cambio de camisa’. Los tres diputados justicialistas de la provincia de La Pampa fueron vistos conversando con el líder de su partido, Daniel Scioli, en persona.

    ¿El tema? La necesidad de la ‘reorientación’ de su voto. Al termino de ese encuentro, Ziliotto ‘disparó’ el ‘trino’. Delú y Rauschenberger no estaban más con los provida. Agora los abortistas tenían 128 votos y los provida 126. Fue en ese momento en el que se definió la votación que acontecería dos horas después.

    Coincidencia o no, el Boletín Oficial de la Republica Argentina publicó ese mismo día la ratificación de un convenio de transferencia de recursos del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social a la caja de pensiones de una provincia de país.

    Adivine de cuál: la provincia de La Pampa, de donde son diputados Ziliotto, Delú y Rauschenberger.

    El monto es de 400 millones de pesos.

    A pesar de la resolución tener fecha del 1 de junio, sólo fue publicada dos semanas después, precisamente el dia de la votación.

    Presiones desde el secretario general de Presidencia

    Según fuentes de la Cámara, también diputados del bloque oficialista recibieron presiones de Fernando de Andreis, secretario general de la Presidencia, y de Rogelio Frigerio, titular del Interior, Obras Públicas y Vivienda, para orientar su voto hacia la despenalización.

    Se escuchó al abogado macrista Fabián Rodríguez Simón llamar durante la madrugada a diputados del Partido Republicano da Ordem Social (PRO) para el mismo asunto.

    Gracias a estas llamadas, un diputado del PRO que era contado entre los provida mudó su voto poquísimo tiempo antes de efectuarse la votación: Carlos Roma. Era considerado un voto seguro. Una semana antes estaba entre los parlamentarios que se tomaron una foto con el pañuelo celeste, símbolo de la campaña contra la despenalización.

    Con él se consolidó el placard final: 129 proaborto frente a 125 provida.

    Las llamadas de funcionarios del gobierno de Macri colocaron también un dique al crecimiento entre aquellos que daban indicios de decidirse contra la despenalización: son los casos de Héctor Stefani, también del PRO, y de José Luis Riccardo, de la Unión Cívica Radical (UCR), sigla a la que más se le ejerció presión.

    Si Andreis y otros actuaron con el consentimiento o no de Macri, no lo sabemos. Pero el cuadro general permite levantar cuestionamientos.

    Macri, se había presentado como un hombre y político ‘provida’ en diversas ocasiones, pero en agosto de 2016 fue contundente al afirmar en una entrevista que durante su mandato no se legalizaría el aborto.

    Pues bien, en marzo de éste año permitió que el proceso para su ‘despenalización’ se instalara en el Legislativo, y hoy avanza con media sanción una iniciativa agresiva que si es aprobada en el Senado tal como salió de las manos de los diputados será una de las más permisivas de la región.

    También prometió que no habría intervención del gobierno para influir en ese proceso, ni para un lado ni para otro; pero hay diputados que recibieron llamadas de altos funcionarios.

    Y todo esto con un ‘magnifico’ telón de fondo: las negociaciones para el multimillonario acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

    Un dato final.

    La diputada Elisa Carrió, una de las fundadoras de Cambiemos, el frente que llevó a Macri a la presidencia en 2015, se mantuvo en silencio durante todo el debate legislativo. Contraria al proyecto de despenalización, votó, y después de que fuera anunciado el resultado, pidió la palabra.

    «Represento a una parte de la sociedad que me ha votado, respeto las otras posiciones. Solo quiero decir que he estudiado durante 40 años este tema y no he hablado para preservar la unidad de Cambiemos», dijo visiblemente molesta.

    Fuera del micrófono, se le escuchó decir: «La próxima, rompo». Quien quiera entender, que entienda…

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