
La lucha de los padres de Charlie Gard se decide este lunes al mediodía, cuando el Tribunal Supremo británico decida si reconsidera la decisión de desconectar a de las máquinas que le mantiene con vida a la espera de un tratamiento experimental.
El síndrome de agotamiento mitocondrial que sufre Charlie le ha mantenido prácticamente desde su nacimiento en el hospital. El próximo 4 de agosto cumplirá un año si un juez no lo impide y se da opción a los tratamientos experimentales existentes (uno de ellos español).
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLa movilización por la vida de este niño se ha hecho mundialmente conocida, gracias al esfuerzo de unos padres que desde el primer momento se comprometieron a hacer lo posible y no caer en la desesperanza.
Los médicos del Great Ormond Street Hospital de Londres no se lo han puesto fácil, puesto que desde el pasado mes de abril han batallado en los tribunales con Chris Gard y Connie Yates, hasta llegar el pasado 28 de junio al Tribunal de Estrasburgo, que condenaba a morir a Charlie.
La reacción mundial de apoyo a esta familia ha dado un vuelco a la situación, que podría resultar fructífera este lunes
El caso de Charlie Gard recuerda de forma cruel a las movilizaciones de políticos que hubo en España para que no se sacrificara a un perro, Excalibur, que podría estar infectado con Ébola. No se conoce reacción política sobre Charlie Gard en nuestro país.
Chris y Connie ya habían conseguido reunir cerca de millón y medio de dólares para poder desplazarse a los Estados Unidos y sus esperanzas parecían ser destrozadas. Pero aún está la puerta abierta.
Del Papa a Trump
Sin embargo, la reacción mundial de apoyo a esta familia ha dado un vuelco a la situación, que podría resultar fructífera este lunes. De lo contrario, como explicaba recientemente un experto en Bioética, desconectar a Charlie supondrá condenarle a morir de hambre y sed.
En esta titánica lucha de unos padres contra el poder que tiende a ocupar cada vez más la esfera de las decisiones personalísimas cuando éstas se oponen a lo políticamente correctono ha caído en saco roto.
Hasta el Papa Francisco ha realizado un llamamiento para preservar la vida de Charlie Gard, al tiempo que El Vaticano ha ofrecido la nacionalidad al niño por si eso facilitara los trámites para trasladarle al hospital Bambino Gesú de Roma.
Por su parte, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, también se ofreció para ayudar a la familia Gard en lo que fuera menester y miembros de su administración se pusieron en contacto con los padres de Charlie.
If we can help little #CharlieGard, as per our friends in the U.K. and the Pope, we would be delighted to do so.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 3, 2017
También la sociedad civil se ha movilizado a lo largo y ancho del planeta para apoyar a Charlie Gard.
Este mismo domingo Chris Gard ha entregado en el hospital más de 375.000 peticiones de personas de todo el planeta que se han movilizado a través de la plataforma CitizenGO.

Cuando parecía que estaba todo perdido, ante la presión internacional, el propio hospital que llevó a una cruel lucha judicial a los padres, ha reclamado al Tribunal Supremo que revise la decisión.
No en vano, han recibido pruebas científicas de que al menos en hospitales de España, Italia, Reino Unido y Estados Unidos se están desarrollando tratamientos experimentales con visos de éxito que no pueden ser desperdiciados.
Así lo atestigua el caso de Art Estopinan, uno de los 18 chicos que sufren la misma enfermedad que Charlie en todo el mundo y que ya ha cumplido seis años.
«Hoy está en juego la vida de Charlie Gard. Pero también una forma de entender, en toda Europa, la libertad, la defensa de derechos fundamentales, la discapacidad…»
“Nos sentimos muy afortunados de ser estadounidenses y no británicos, porque si vivíamos en el Reino Unido, Art seguramente estaría muerto”, ha declarado su padre.
Este lunes se decidirá si Charlie Gard tendrá la oportunidad de conocer en un futuro a Art Estopinan o si es tratado como un caso oneroso para la sanidad pública y por tanto, prescindible.
Hoy está en juego la vida de Charlie Gard. Pero también una forma de entender, en toda Europa, la libertad, la defensa de derechos fundamentales, la discapacidad, el papel de los padres, la protección de la esfera privada y la consideración, en última instancia, del ser humano como un bien en sí mismo y no como un objeto.